Los obispos llaman a ser “peregrinos de esperanza” ante un mundo herido por la violencia y la desigualdad

La Iglesia española exhorta a caminar junto a las personas vulnerables, ofreciendo consuelo, compañía y ternura “que la humanidad necesita recuperar”
Mientras haya personas, hay esperanza, con este lema, los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social han hecho público su mensaje con motivo del Día de la Caridad, que se celebra el domingo del Corpus Christi, el 22 de junio.
Un mensaje que este año cobra un significado especial al enmarcarse en el Jubileo de la Esperanza convocado por el papa Francisco para 2025. En él, se llama a todo el pueblo de Dios a ser “peregrinos de esperanza” en un mundo marcado por múltiples violencias, desigualdades y sufrimientos.
“Vivimos rodeados de violencia, en un tiempo en el que la desesperanza nos asalta y necesitamos reavivar la confianza en el futuro”, reconocen los obispos, aludiendo a conflictos armados como los de Tierra Santa, Ucrania o el Cuerno de África, pero también a otras formas de violencia estructural presentes en nuestra sociedad: la emergencia habitacional, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes y las barreras que enfrentan las personas migrantes. “También aquí se violenta la dignidad humana”, subrayan.
“El Cuerpo de Cristo se nos ofrece como alimento y ejemplo”
Ante esta realidad, los obispos recuerdan que la Eucaristía no es solo una celebración litúrgica, sino una interpelación a vivir la caridad de forma activa. “El Cuerpo de Cristo se nos ofrece como el único alimento capaz de traer paz ante tanta violencia y también se ofrece como alimento y ejemplo de nuestro compromiso activo”, escriben, retomando palabras del papa León XIV, quien ha afirmado: “En estas cuestiones es más importante saber acercarse que dar una respuesta apresurada sobre por qué ha sucedido algo o cómo superarlo”.
El mensaje insiste en que no basta con “mirar al cielo”, paralizados por el miedo o la resignación. “La esperanza supone un movimiento de búsqueda […] sale en busca de lo nuevo, de lo totalmente distinto, de lo que jamás ha existido”, citan del filósofo Byung-Chul Han. Y en esta búsqueda, la persona cristiana está llamado a caminar junto a los vulnerables, ofreciendo consuelo, compañía y ternura “que la humanidad necesita recuperar”
“La caridad de Dios es el corazón del Evangelio”
En el tramo final del mensaje, se proponen “caminos de esperanza” muy concretos, como orar comunitariamente, unir Eucaristía y compromiso con el necesitado, compartir testimonios de fe, implicarse en grupos solidarios, promover la reconciliación y escuchar con empatía. Se trata, explican, de no quedarse en “la geografía de las buenas intenciones”, sino de encarnar gestos cotidianos que generen esperanza.
La celebración del Corpus Christi, subrayan, es “un signo profético de que la esperanza tiene y debe tener la última palabra, porque mientras haya personas que aman, que ayudan, que comparten con generosidad, que se conmueven con el dolor y el sufrimiento de los demás, la esperanza es imposible que se pierda”.
El mensaje concluye con un llamado a hacer del amor una tarea urgente. “¡Esta es la hora del amor! La caridad de Dios, que nos hace hermanos entre nosotros, es el corazón del Evangelio”, recuerdan citando la homilía del papa León XIV en el inicio de su pontificado.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)