El obispo de Sant Feliu apoya la marcha a Gaza en la que participa una simpatizante de la HOAC

El obispo de Sant Feliu apoya la marcha a Gaza en la que participa una simpatizante de la HOAC
FOTO | Vía OIT
Unas 300 personas de España participan en la Marcha global a Gaza, entre ellas una simpatizante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Barcelona-Sant Feliu que ha recibido el apoyo del obispo de la diócesis, Xabier Gómez, además del de la organización de trabajadoras y trabajadores cristianos.

“Como obispo de la diócesis que acoge el aeropuerto donde se inicia la marcha desde Cataluña, animo a sus participantes a caminar por una paz desarmante y desarmada en solidaridad con la población que sufre en Gaza”, ha escrito el prelado en una carta dirigida a quienes parten del aeropuerto del Prat. En ella recuerda la primera alocución al mundo del papa León XIV abogando precisamente por “una paz desarmante y desarmada”.

“Confío en que este gesto contribuya a cuestionar las restricciones que bloquean la ayuda humanitaria a la población de Gaza e interpele a la comunidad internacional para que se implique más activamente en la búsqueda de un final para todas las guerras y conflictos”, escribe.

Una de las personas que partirán desde Sant Feliu primero hacia El Cairo es la activista Pilar Font, integrada en la plataforma Aturem les guerres y simpatizante de la Hermandad Obrera de Acción Católica.

En declaraciones a la agencia de noticias Flama, afirma que ante “el intento de exterminio sistemático” que sufre el pueblo palestino, “hay que remover conciencias” y considera que la marcha puede contribuir a “hacer visible la realidad en la Franja y romper el silencio mediático y político”.

“Es una marcha no violenta, ambiciosa y necesaria… somos ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo que queremos hacer todo lo que está en nuestras manos para denunciar este genocidio” manifiesta Font, para quien la movilización también tiene una dimensión espiritual y ética: “Queremos llevar un mensaje de humanidad y de justicia al lugar donde más se está sufriendo hoy”.

Está previsto que cerca de 3.000 activistas de unos 50 países de todo el mundo se reúnan en El Cairo con una caravana que saldrá desde Túnez en coordinación con la Flotilla de la libertad, para dirigirse a la ciudad portuaria de Al-Arish en el Sinaí, desde la que marcharán a pie en dirección al punto fronterizo de Rafah.

La marcha a pie de 48 km se realizará del 15 al 19 de junio con la intención de acampar en la frontera entre Egipto y Gaza, como herramienta de presión para que se permita la entrada de convoyes con alimentos y bienes de primera necesidad hacia Palestina.

Más de tres mil camiones de ayuda (con alimentos, medicinas y suministros esenciales) están retenidos en la frontera, mientras la población palestina sufre “hambre forzada”, “colapso de los sistemas médicos” y “destrucción sistemática de infraestructura civil”. Las personas participantes han corrido con los gastos del viaje ya que la organización de la marcha no permite financiación externa.

Paz y justicia para toda la humanidad

El movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos de Barcelona-Sant Feliu explica su adhesión a esta movilización, desde el “mandamiento del amor que nos habla de paz y de justicia para toda la humanidad. De vida y no de genocidio”.

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Con este apoyo a la iniciativa de acción no violenta, la organización de trabajadores cristianos se suma a este nuevo intento de romper “con el silencio y la indiferencia y conseguir “la apertura del paso para la ayuda humanitaria contra el hambre”.

Para la HOAC, la marcha es un gesto que visibiliza “la solidaridad entre los pueblos; en este caso, con el pueblo palestino, que lleva décadas sufriendo el colonialismo de asentamiento”. “El plan de Dios es de hermandad, no de odio ni de exterminio”, asegura.

Ninguna paz es imposible

El obispo Gómez, que entiende la marcha como “una iniciativa solidaria de carácter cívico, apolítico y humanitario basada en la justicia, la dignidad humana y la paz”, ha explicado que “desde el respeto solidario hacia todas las víctimas del execrable terrorismo y de la guerra en Tierra Santa, hago mías las palabras del cardenal Parolin, Secretario de Estado” en las que recordaba que “ninguna guerra es inevitable. Ninguna paz es imposible. Como en otros conflictos, la Santa Sede no está de acuerdo con la estrategia de la guerra como medio para resolver los problemas y, como gran parte de la comunidad internacional, pide que se levante urgentemente el bloqueo de la ayuda humanitaria”.

Igualmente recuerda que “también los obispos, mediante la Comisión General de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Española, afirmamos que ‘la escalada militar plantea condiciones de vida incompatibles con la vida de la población’ y que, como cristianos, no podemos permanecer indiferentes”.

“No se trata de cuestionar los derechos de los Estados, sino de priorizar y defender el derecho a la paz, a la vida digna de las personas y al bien común de las poblaciones que viven en ella”, matiza el prelado.

“En comunión con la Iglesia en todo el mundo, la diócesis de Sant Feliu de Llobregat, continuará apostando por la paz y por la convivencia pacífica y justa de las poblaciones que habitan Tierra Santa, así como por la conversión de aquellos que tienen en sus manos la posibilidad de detener cualquier espiral de violencia en cualquier lugar del mundo”, añade el obispo en su carta.