El congreso de CCOO arranca este jueves en plena crisis política y extrema polarización

El congreso de CCOO arranca este jueves en plena crisis política y extrema polarización
El sindicato presenta el balance del último mandato y debate una nueva hoja de ruta para afrontar las transiciones sociales y democráticas del próximo periodo, que estará liderado por Unai Sordo, quien se presenta por tercera y última vez a la reelección como secretario general

El XIII Congreso Confederal de Comisiones Obreras (CCOO) convocado con el lema “Respuestas. Nuevos retos, misma lucha” reúne esta mañana a una amplia representación política e institucional.

Hasta la tarde de este miércoles estaba prevista la participación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado por varios ministros y ministras. Sin embargo, su ausencia fue confirmada tras los últimos acontecimientos que han agitado el panorama político. En su lugar, intervendrá la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, junto al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; el secretario general de UGT, Pepe Álvarez; y la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Esther Lynch.

También asistirán representantes de organizaciones sociales y eclesiales, como la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC), únicas entidades de la Iglesia invitadas al congreso.

En un momento de extrema polarización política –la última, ayer mismo en la sesión de control en sede parlamentaria– y ante los últimos casos de corrupción que sacuden el panorama político y la propia gobernabilidad del país, CCOO no se ha pronunciado públicamente hasta ahora.

Es previsible que el secretario general, Unai Sordo –que se presenta a un tercer y último mandato–, tendrá ocasión de hacerlo en su intervención en el cónclave sindical –durante la mañana será un enorme foco institucional y mediático–, ante más de 1200 participantes entre personas delegadas e invitadas, donde presentará un balance sociopolítico y sindical de mandato 2021-2025, además de realizar un análisis de la situación económica y social.

El sindicato como espacio de comunidad, resistencia y construcción de futuro

En la jornada inaugural de este jueves, el debate congresual se inicia con la presentación del Informe general de la comisión ejecutiva del sindicato, además del citado análisis de coyuntura –el que se produce en el entretiempo de las asambleas de personas afiliadas y el propio congreso–.

El documento ofrece un extenso análisis de la acción del sindicato durante los últimos cuatro años, subrayando su papel como actor imprescindible frente a la precariedad, el deterioro democrático y los desafíos del siglo XXI. El informe reivindica el sindicalismo como espacio de comunidad, resistencia y construcción de futuro.



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Entre los principales logros cuantitativos, el informe destaca que CCOO ha mantenido su afiliación por encima del millón de personas y ha alcanzado 112.000 delegados y delegadas electos, reafirmando su posición como primera fuerza sindical del país. La estructura organizativa también ha avanzado en digitalización y atención personalizada, especialmente gracias a la implantación del sistema CRM, una infraestructura de rango político que permite personalizar la atención, reforzar el vínculo con los centros de trabajo y adaptar la organización a los cambios en el mundo laboral.

Desde el punto de vista financiero, la organización sindical ha consolidado su autonomía económica: en 2024, las cuotas de las personas afiliadas aportaron 150 millones de euros y los servicios jurídicos generaron 13,5 millones, según recoge el documento. El sindicato ha implantado un nuevo modelo contable común y ha fortalecido sus mecanismos de control y transparencia.

Derechos, organización y modelo de convivencia

El Informe general estructura el balance sindical en torno a tres grandes prioridades estratégicas definidas en el anterior congreso y que han sido la hoja de ruta durante los últimos cuatro años. Esto es:

1. Recuperar, fortalecer y extender derechos. Esta prioridad se ha concretado en la reforma laboral pactada en 2021, que permitió reducir la temporalidad, reforzar la negociación colectiva y recuperar derechos perdidos. Se suma a ella la subida continuada del salario mínimo interprofesional (SMI), la reforma del sistema de pensiones, la ley rider, las políticas de igualdad retributiva y las mejoras en salud laboral, etc.

2. Extender y fortalecer la organización sindical. En este eje, el sindicato ha priorizado la consolidación de su base social y la diversificación de su afiliación. El mantenimiento del millón de personas afiliadas, el crecimiento en la representación en las empresas y la incorporación de colectivos tradicionalmente excluidos son logros destacados. Se ha reforzado además la cultura organizativa y financiera autónoma, y se han puesto en marcha nuevos modelos de gestión interna adaptados al entorno digital.

3. Reconstruir un nuevo contrato social para el siglo XXI. Esta prioridad encarna la dimensión más ideológica del sindicato: disputar el sentido común dominante, oponerse a la deriva reaccionaria y articular un modelo alternativo de convivencia social y democrática. La central sindical aspira a ser actor clave en la reorganización de una mayoría social trabajadora, con propuestas para una transición ecológica justa, una política redistributiva ambiciosa y una defensa firme de lo público.

Esperanza colectiva

“El reto no es solo proteger derechos conquistados, sino construir un nuevo pacto social para las mayorías trabajadoras del siglo XXI” apuntan. La organización de trabajadores y trabajadoras apuesta por ensanchar su base, arraigar en los centros de trabajo y consolidarse como una fuerza de estabilidad, transformación y esperanza democrática.



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En este sentido, la ponencia que comenzará a debatirse el viernes traza una hoja de ruta sindical y sociopolítica para un nuevo tiempo. El sindicato se plantea afrontar las transiciones digital, ecológica y demográfica con justicia social, igualdad y democracia que permita “construir un relato de esperanza, un futuro deseable”, en palabras del secretario general.

Entre las prioridades del próximo ciclo, el sindicato sitúa el acceso a la vivienda digna como “quinto pilar del Estado del bienestar”, una política migratoria basada en derechos, el impacto de la emergencia climática y el fortalecimiento democrático frente a tentaciones autoritarias y el avance de la extrema derecha.