“Lo que está ocurriendo en Gaza desafía la decencia, la humanidad y la ley”, denuncia la ONU

“Lo que está ocurriendo en Gaza desafía la decencia, la humanidad y la ley”, denuncia la ONU
FOTO | Vía WHO
La ruptura unilateral del alto el fuego ha desencadenado una ola de ataques que ha costado la vida a más de mil personas. La ONU describe este horror como “una guerra sin límites”. La Oficina de Derechos Humanos alerta sobre la viabilidad futura de los palestinos como grupo

La Organización de las Naciones Unidas ha denunciado sin medias tintas la situación humanitaria “fuera de control” en la Franja de Gaza tras la ruptura unilateral del alto el fuego por parte de Israel y los ataques masivo al pueblo palestino que violan el derecho internacional.

En palabras de Jonathan Whittall, responsable de la Oficina de Ayuda Humanitaria en los Territorios Palestinos Ocupados (OCHA), “lo que está ocurriendo en Gaza desafía la decencia, desafía la humanidad y desafía la ley”. Su valoración expresa la gravedad de los hechos que se han producido durante las últimas semanas, que la ONU describe como “una guerra sin límites”.

“Gaza es una trampa mortal”

En una comparecencia informativa ofrecida por videoconferencia la semana pasada, Whittall describió un “desfile interminable de horrores”: instalaciones de la ONU atacadas por tanques, bombardeos sobre hospitales y recintos de ayuda humanitaria, trabajadores municipales asesinados mientras transportaban suministros, bombardeos durante distribuciones de alimentos y almacenes humanitarios dañados.

Desde la ruptura del alto el fuego, cerca de 100.000 personas han sido desplazadas forzosamente desde Rafah. “Hace poco vimos en nuestra misión cómo disparaban por la espalda a algunos de ellos mientras corrían”, denunció el responsable de OCHA, señalando que entre las víctimas hay “un número vertiginoso de niños”.

Hoy, el 64% del territorio de Gaza está bajo órdenes activas de desplazamiento o en zonas consideradas de seguridad militar israelí.

“El ciclo de sangre, dolor y muerte no se detiene. Gaza es una trampa mortal”, aseveró Whittall. Según explicó, la población vive bajo un bombardeo constante mientras los hospitales “rebosan de víctimas en masa”.

La existencia de los palestinos como grupo está en peligro

Además, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) advirtió este viernes que el efecto acumulativo de la guerra en Gaza —las muertes, la destrucción, el desplazamiento, la negación del acceso a bienes esenciales y las repetidas “sugerencias” de evacuar completamente el enclave— está poniendo “en grave peligro la existencia de los palestinos como grupo”.

“A la luz del impacto acumulativo de la conducta de las fuerzas israelíes en Gaza, estamos seriamente preocupados de que Israel parezca estar infligiendo a los palestinos condiciones de vida cada vez más incompatibles con su existencia continuada como grupo en Gaza”, declaró Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina.

Entre el 18 de marzo y el 9 de abril de 2025, este organismo especializado e Naciones Unidas documentó 224 ataques israelíes contra edificios residenciales y campamentos de desplazados. En 36 de ellos las víctimas fueron únicamente mujeres y niños.

La portavoz de este alto comisionado expresó su temor de que las órdenes de evacuación y la expansión de la zona de seguridad estén orientadas a “desalojar permanentemente” a la población de Gaza. Advirtió que, de confirmarse, se trataría de un traslado forzoso, prohibido por la Cuarta Convención de Ginebra y considerado crimen contra la humanidad.

“La naturaleza y el alcance de las órdenes de evacuación suscitan serias dudas de que Israel pretenda expulsar permanentemente a la población civil”, dijo Shamdasani, quien también recordó que “el castigo colectivo y el uso de la inanición como método de guerra son crímenes según el derecho internacional”.

El enclave, cercado y hambriento

Más de 2,1 millones de personas permanecen atrapadas en Gaza sin acceso a alimentos, agua potable, medicamentos ni servicios esenciales. “Desde hace un mes no entra ayuda”, denunció Whittall. “Las 25 panaderías del PMA han cerrado, los mercados son escombros, los trabajadores humanitarios son asesinados y se impide su labor”.

La situación médica es igualmente crítica. Según el doctor Rik Peeperkorn, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 36 millones de toneladas de suministros bloqueados en pasos fronterizos cerrados. Además, “el número de equipos médicos internacionales de emergencia ha disminuido dramáticamente” y las evacuaciones médicas se han paralizado.

“Pedimos urgentemente la reanudación inmediata de la evacuación médica por todas las vías posibles”, instó el responsable de la OMS.

Frente a este colapso humanitario, Whittall expreso que “no podemos aceptar que se deshumanice a los civiles palestinos hasta el punto de hacerlos indignos de sobrevivir”. “Los humanitarios de Gaza, la mayoría palestinos, son realmente inspiradores. Pero no somos magos. Solo podemos trabajar si se nos permite”, subrayó.

“He oído decir que, en Gaza, la esperanza es lo último que se pierde” concluyó, expresando su esperanza por que los Estados utilicen “por fin” su influencia política y económica para hacer cumplir el derecho internacional; se establezca un alto el fuego, se libere a los rehenes y que “por fin se vea a los palestinos como seres humanos”.

“Callejón sin salida, totalmente intolerable”

Según Naciones Unidas, más de 408 trabajadores humanitarios han sido asesinados en Gaza desde octubre de 2023. La secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios, Joyce Msuya, calificó a la Franja como “el lugar más peligroso que ha habido nunca para los humanitarios”.

Además, al menos 209 periodistas han sido asesinados, mientras Israel impide la entrada de medios internacionales. La Oficina de Derechos Humanos denunció esta tendencia como una grave amenaza a la libertad de información y a la rendición de cuentas.

“El asesinato de un trabajador humanitario local recibe 500 veces menos atención que el de un miembro del personal internacional”, recordó Msuya, subrayando la falta de reacción global ante estas muertes.

En un reciente ataque, 22 personas murieron en un centro de salud de la UNRWA en Yabalia que servía como refugio a 700 personas. “Incluso las ruinas se han convertido en un objetivo”, lamentó Philippe Lazzarini, comisionado general de la agencia.

Desde octubre, más de 300 instalaciones de la ONU han sido dañadas o destruidas. “La total indiferencia hacia el personal, los locales o las operaciones de la ONU es un desafío profano al derecho internacional”, concluyó Lazzarini, quien exigió investigaciones independientes sobre cada uno de estos incidentes.

“Puede que al mundo le falten palabras para describir la situación en Gaza, pero nunca huiremos de la verdad. El camino actual es un callejón sin salida, totalmente intolerable a los ojos del derecho internacional y la historia. Y el riesgo de que la Cisjordania ocupada se transforme en otra Gaza lo empeora aún más”, declaró el secretario general de la ONU, António Guterres, volviendo a reiterar su llamamiento a poner fin a la deshumanización, proteger a los civiles, liberar a los rehenes, garantizar la ayuda vital con un alto el fuego inmediato.