La Iglesia española alza la voz contra la siniestralidad laboral tras la tragedia en la mina de Cerredo (Asturias)

La Iglesia española alza la voz contra la siniestralidad laboral tras la tragedia en la mina de Cerredo (Asturias)
La pastoral del trabajo de la Conferencia Episcopal Española expresa su dolor y solidaridad con las víctimas del siniestro laboral en la mina de Cerredo (Asturias), que ha dejado cinco trabajadores muertos y cuatro heridos graves. La Iglesia alerta sobre el deterioro de la salud laboral y reclama condiciones de trabajo seguras y dignas

En una nota publicada hoy en la web de la Conferencia Episcopal, la pastoral del trabajo lamenta profundamente la muerte de cinco trabajadores y las heridas graves sufridas por otros cuatro tras una explosión ocurrida en la mina de Cerredo, en Degaña (Asturias), este lunes.

La Iglesia expresa su solidaridad con las familias de los fallecidos y heridos, así como con sus compañeros de trabajo. “Las muertes en el trabajo se convierten en un clamor que sube hasta el Cielo”, subraya el texto, que denuncia que la sociedad no puede cerrar los ojos ante la pérdida de vidas en el ámbito laboral.

Una organización del trabajo que pone en riesgo la vida

La nota de la pastoral del trabajo advierte que estos fallecimientos no son casos aislados, sino la “punta del iceberg de una organización del trabajo que deteriora la salud de las personas trabajadoras día a día”.

Según los datos oficiales publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, durante el año 2024 se registraron 796 muertes en accidentes laborales y 628.300 siniestros con baja laboral.

Las cifras de siniestralidad laboral revelan el alcance de un drama humano y social inaceptable: cada tres horas, según la jornada laboral actual (1.826 horas y 27 minutos anuales), muere una persona en su puesto de trabajo. Asistimos a una grave crisis estructural de prevención y de cuidado en el mundo del trabajo.



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La pastoral del trabajo insiste en la urgente necesidad de defender la vida en el entorno laboral, denunciando la pérdida de salud y vidas, creando conciencia en la sociedad y en las comunidades cristianas, así como acompañando a las víctimas y sus familias. “No podemos normalizar estas muertes; el trabajo debe ser un ámbito seguro y digno”, afirman desde la Conferencia Episcopal.

¡No más muertes en el trabajo!

La Iglesia española, a través de su pastoral, pide que se promueva un trabajo decente que garantice condiciones laborales seguras.

Finalmente, el comunicado recuerda el llamamiento del papa Francisco para erradicar la siniestralidad laboral, uniéndose a la petición de tantas personas trabajadoras: “¡No más muertes en el trabajo! y esforcémonos en lograrlo”, concluye la nota.