La Iglesia del cambio en la Transición

La Iglesia del cambio en la Transición
FOTO | Detalle del cartel de la IV Asamblea General de la HOAC (Granada, 1979)
El factor católico fue uno de los más complejos, plurales y variables a lo largo de la dictadura franquista debido al compromiso de los cristianos a favor de la democracia. Esto es un hecho que la «Memoria histórica sobre la Transición», que en estos días celebramos, no puede olvidar.

Hoy sabemos que, junto al apoyo que la Iglesia dio al franquismo, los procesos de democratización no hubieran sido iguales si los católicos españoles, especialmente desde el Concilio Vaticano II, no hubieran desarrollado una larga y eficaz labor de oposición a la propia dictadura.

Muchos de estos católicos, desde su ser cristiano, enraizaron su compromiso evangelizador en el seno de la clase obrera, nos referimos a los movimientos especializados obreros de Acción Católica. Aunque su nacimiento se remonta a 1946, es a partir de 1960 cuando la JOC y la HOAC masculina y femenina irrumpen con fuerza en las luchas por la dignidad de la clase trabajadora, desarrollando para ello herramientas formativas, órganos de difusión y propaganda, espacios de encuentro y diálogo, fondos de solidaridad y, sobre todo, alzando una voz de denuncia aprovechando el poco espacio que la Iglesia, mayoritariamente franquista, les ofrecía.

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