El cardenal Re destaca en su homilía el legado de Francisco: “Un Papa en medio de la gente”

El cardenal Re destaca en su homilía el legado de Francisco: “Un Papa en medio de la gente”
El cardenal Giovanni Battista Re agradeció la vida de Francisco, subrayando su testimonio de misericordia, fraternidad, entrega y justicia. “Su carisma de acogida y su amor a los pobres han tocado los corazones de todo el mundo”, afirmó en una sentida homilía que trajo a la memoria los gestos y enseñanzas que marcaron su pontificado.

En un clima de respeto pero también de profunda gratitud, representantes de delegaciones de 146 países y territorios, diez reyes, diez organismos internacionales y 200.000 de personas rindieron homenaje a quien durante doce intensos años de pontificado supo encarnar el Evangelio de la misericordia, la fraternidad y la justicia.

Su legado, marcado por la ternura, la firmeza en la fe, la valentía profética y la ternura pastoral, permanece como faro luminoso para una humanidad necesitada de misericordia, de solidaridad y de esperanza.

“La existencia humana no termina en la tumba”

“Estamos reunidos en oración en torno a sus restos mortales con el corazón triste, pero sostenidos por las certezas de la fe, que nos asegura que la existencia humana no termina en la tumba, sino en la casa del Padre”, proclamó el cardenal Re, recordando la convicción de Francisco en la vida eterna. El decano expresó, en nombre del Colegio de Cardenales, un “profundo agradecimiento a los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Delegaciones oficiales” presentes para mostrar su “afecto, veneración y estima hacia el Papa que nos ha dejado”.

La masiva participación de fieles y autoridades reflejó, según el cardenal, “cuánto ha tocado mentes y corazones el intenso pontificado del papa Francisco”.

El prelado evocó la imagen del Papa en su última aparición pública: “Su última imagen, que permanecerá en nuestros ojos y en nuestro corazón, es la del pasado domingo, solemnidad de Pascua, cuando el papa Francisco, a pesar de los graves problemas de salud, quiso impartirnos la bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro y luego bajó a esta plaza para saludar desde el papamóvil descubierto a toda la gran multitud reunida”.

Un gesto de entrega hasta el final, coherente con su vida de pastor, que, como subrayó Re, “eligió recorrer el camino de la entrega hasta el último día de su vida terrenal”.

Francisco, pastor cercano y profeta del cambio de época

El cardenal Re trazó un amplio retrato del pontificado de Francisco, destacando que su elección del nombre de san Francisco de Asís no fue un simple gesto simbólico, sino “una elección programática y de estilo” que marcó todo su magisterio. Su pontificado, añadió, se caracterizó por un “contacto directo con las personas”, con “especial atención hacia los pobres y marginados”, impulsado por “el deseo de estar cerca de todos”.

“Fue un Papa en medio de la gente, con el corazón abierto hacia todos”, recordó Re, destacando su capacidad para “iluminar con la sabiduría del Evangelio los problemas de nuestro tiempo”, en un mundo en profunda transformación que el propio Francisco calificó reiteradamente como “cambio de época”.

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“La alegría del Evangelio” guió su ministerio, pero Francisco quiso especialmente una Iglesia “hospital de campaña”, capaz de “inclinarse ante cada persona, más allá de todo credo o condición, sanando sus heridas”.

El Papa no se cansó de recordar que “Dios no se cansa de perdonarnos” y quiso marcar su pontificado con un gesto extraordinario: el Jubileo Extraordinario de la Misericordia. “La misericordia —subrayó Re— es el corazón del Evangelio”.

Defensor de la casa común, de la paz y la fraternidad

La defensa de la dignidad humana, la justicia social y la ecología integral fueron también ejes de su pontificado. En su encíclica Laudato si’, el Papa llamó a cuidar “nuestra casa común”, advirtiendo que “nadie se salva solo”. Frente a las guerras que han desgarrado el mundo en su tiempo, Francisco fue incansable en “elevar su voz implorando la paz” y reiteró una y otra vez que “la guerra siempre deja al mundo peor de como era en precedencia: es para todos una derrota dolorosa y trágica”.

Su continuo  llamamiento a “construir puentes y no muros” resume la vocación de su pontificado: tender la mano, promover el diálogo y sanar divisiones.

El tema de la fraternidad fue, como recordó el cardenal Re, una constante en su magisterio, y encontró una expresión particularmente vibrante en la encíclica Fratelli tutti y en el histórico “Documento sobre la Fraternidad Humana” firmado en Abu Dabi en 2019. “Todos pertenecemos a la misma familia humana”, insistió el Papa, recordando que “todos somos hijos del mismo Padre”.

La homilía del cardenal Re no solo fue un elogio concluyente, sino una verdadera proclamación de la herencia de Francisco, profundamente necesaria para la Iglesia y el mundo contemporáneo. Francisco, que pidió hasta el final: “Recen por mí”, ahora es invocado por el cardenal: “Querido Papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros”.

“Querido papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros y que desde el cielo bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma, bendigas al mundo entero”. Con estas palabras el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, concluyó.