La lucha por un trabajo decente y por la igualdad: el eco de las mujeres en Jaén

Un encuentro en Jaén denuncia la precariedad laboral, la falta de derechos y la desigualdad que afectan a miles de trabajadoras. También se abordo un diálogo sobre la Iglesia y su relación con la mujer
Las mujeres siguen enfrentando desigualdades en el mundo del trabajo y en la Iglesia. Esta realidad se abordó en el encuentro convocado para dialogar sobre “Mujer sociedad e Iglesia: retos y esperanzas”, en el barrio del Polígono del Valle de Jaén, organizado por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de la diócesis, donde se denunció la precariedad laboral y la falta de derechos que afectan a miles de trabajadoras.
“El trabajo en condiciones dignas sigue siendo un privilegio, cuando debería ser un derecho”, afirman en la nota publicada en la diócesis. La economía sumergida, que golpea especialmente a las mujeres, se situó en el centro del debate: trabajadoras del hogar, del campo, cuidadoras, todas ellas invisibilizadas en un sistema que no garantiza justicia social.
El encuentro, convocado con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, impregnado de testimonios y reflexiones, comenzó con la música de Manos de mujer, una melodía que evocaba la entrega silenciosa de quienes sostienen la vida con su trabajo. Con el aroma del café en el aire, María Luisa Rodríguez interpretó Dios es como una mujer, recordando que “si Dios es amor que quiere una comunidad de iguales, ¿cómo no reconocerlo en esas manos que sanan, que sostienen, que construyen?”.
Testimonios de lucha y resiliencia
Las numerosas mujeres que participaron pusieron voz a sus experiencias. Ramona, de 66 años, narró su vida de esfuerzo en la aceituna, una fábrica de conservas y una mercería. “Cuando mi esposo enfermó, tuve que cuidar de él sin dejar de sostener a mi familia. Hoy, sigo sirviendo a los demás desde la directiva del hogar del pensionista, porque mi fe me lleva a la esperanza”, contó emocionada. Otras mujeres compartieron historias de acoso laboral, precariedad en empresas como Mercadona y Salud Responde, e incluso la dureza de la prisión, donde una interna encontró a Dios ayudando a otras reclusas.
El debate también se abrió a la Iglesia y su relación con la mujer. María Luisa Rodríguez informó sobre la Revuelta de las mujeres y del encuentro que se celebrará en Jaén el 29 de marzo, como punto de partida en la diócesis, con la presencia de una de las teólogas del libro que lleva el mismo nombre. “La fe no puede ser un espacio de exclusión, sino de justicia y dignidad compartida”, afirmó.
Apurando los sorbos de un café reconstituyente de esperanza y denuncia profética se dio lectura del manifiesto de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) Por la dignidad de las mujeres. Trabajo decente, no privilegio. “El trabajo no puede ser solo un medio de producción, sino un acto de cuidado, de comunidad, de servicio a la vida”, se leyó. Y, como símbolo de la lucha, las asistentes entonaron Pan y Rosas: “Las mujeres queremos que el trabajo sea un principio de vida y no un obstáculo para la vida”.
La pregunta quedó en el aire: “¿Cómo seguimos caminando juntas?”. La igualdad no es un destino, sino un camino “que seguimos construyendo día a día con nuestras voces, nuestras manos y nuestra esperanza”, concluyó.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)