ITD denuncia la precariedad laboral de las mujeres atrapadas en la economía sumergida

ITD denuncia la precariedad laboral de las mujeres atrapadas en la economía sumergida
FOTO | Vía Europa Press
Iglesia por el Trabajo Decente denuncia, con motivo del 8 de marzo, la precariedad y explotación que sufren miles de mujeres en el ámbito laboral, especialmente en la economía sumergida e invita a seguir “luchando por un mundo donde el trabajo sea una fuente de vida plena y donde ninguna mujer sea invisible”.

“La economía sumergida perpetúa la vulnerabilidad de millones de trabajadoras, negándoles derechos fundamentales y condiciones dignas de vida”, subraya el manifiesto de ITD publicado este lunes con motivo del Día Internacional de la Mujer. con el título La dignidad de las mujeres. Trabajo decente: derecho, no privilegio.

Desde la iniciativa, promovida por Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, la Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC), recuerdan que el trabajo es clave para la dignidad humana y citan el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: “El trabajo es un derecho fundamental y un bien para el hombre [y la mujer]: un bien útil, digno, que corresponde a su dignidad, que expresa y acrecienta la dignidad humana” (CDSI, 287).

En España, la economía sumergida representa entre el 16% y el 24% del Producto Interior Bruto (PIB) y, aunque es difícil calcular la participación exacta de las mujeres en este fenómeno, los estudios coinciden en que son mayoría. Trabajadoras del hogar, del campo, cuidadoras y limpiadoras se ven obligadas a aceptar trabajos sin contrato ni protección social, con jornadas extenuantes, salarios bajos y riesgo de despidos arbitrarios. “La situación es aún más grave para las mujeres migrantes, quienes, debido a barreras administrativas, racismo y xenofobia, se ven obligadas a aceptar empleos informales. Además, muchas enfrentan riesgos de trata y explotación sexual”, denuncia ITD.

Mejorar la vida de las trabajadoras

Para erradicar estas injusticias, Iglesia por el Trabajo Decente reclama la regularización laboral en sectores con alta presencia femenina, como el doméstico, agrícola y de servicios, eliminando trabas administrativas y garantizando derechos laborales. También exige el refuerzo de la inspección y el cumplimiento de las leyes, con sanciones a quienes exploten a las personas trabajadoras. La regularización de las personas migrantes es otra de las demandas clave, facilitando permisos de residencia y trabajo “contribuyendo a una economía más equitativa”, afirman.

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Además, la plataforma eclesial subraya la importancia de la educación y la capacitación para que las mujeres accedan a empleos de calidad y asuman protagonismos de liderazgo, al tiempo que destaca la necesidad de un acompañamiento pastoral y social desde la Iglesia, que garantice la escucha, el apoyo y la denuncia de las vulneraciones de derechos laborales. Finalmente, ITD reclama medidas efectivas para la conciliación y la corresponsabilidad, promoviendo políticas que equilibren la vida laboral y familiar, como permisos parentales igualitarios y servicios de cuidado accesibles y de calidad.

La lucha por el trabajo decente forma parte del compromiso cristiano, particularmente con las personas más vulnerables. En coherencia con el mensaje del papa Francisco para el Jubileo 2025, cuyo lema es “Peregrinos de esperanza”, la iniciativa reafirma la necesidad de transformar estructuras de exclusión y construir un mundo donde las mujeres trabajen con dignidad, instando a renovar el compromiso con la justicia social.

 “Sigamos luchando por un mundo donde el trabajo sea una fuente de vida plena y donde ninguna mujer sea invisible. Trabajo decente, derecho, no privilegio”, concluye el manifiesto.