Francisco propone una economía del bien común que ponga a las personas, especialmente a las descartadas, como protagonistas

El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, ha señalado la importancia de adoptar el enfoque económico del papa Francisco fundamentado en el bien común, la fraternidad y dirigido desde la política
En una intervención ante la Comisión de Pastoral Social del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas, el cardenal Czerny enfatizó que Francisco prioriza a las personas sobre el dinero y, especialmente, “otorga a los pobres la libertad de convertirse en artífices de su propio desarrollo”.
Durante el desarrollo de su ponencia, titulada El papa Francisco y la economía, Czerny destacó tres pilares fundamentales del magisterio social de Francisco, precisamente cuando se cumplen 12 años de su pontificado: el desarrollo humano integral, el rechazo a la ideología del mercado y la crítica al paradigma tecnocrático. El prelado jesuita subrayó que, para el Papa, el desarrollo debe incluir “un enfoque integrado para combatir la pobreza, restaurar la dignidad de los excluidos y, al mismo tiempo, proteger la naturaleza”.
Citando literalmente la encíclica Laudato si’, señaló que “todo está conectado”: “El ambiente humano y el ambiente natural se deterioran juntos; no podemos combatir adecuadamente la degradación ambiental a menos que atendamos las causas relacionadas con la degradación humana y social” (LS, 48).
Economía desde las periferias
Czerny recordó que Francisco no critica al mercado en sí, sino al “mercado deificado”, que sacraliza el interés propio generando “un semillero de egoísmo colectivo” y creando una “nueva tiranía”. El cardenal destacó la insistencia del pontífice en incluir a los movimientos populares como sujetos históricos –y poetas sociales– protagonistas en la economía y la sociedad.
“En algunos enfoques económicos cerrados y monocromáticos, parece que no hay lugar para los movimientos populares que unen a los desempleados, trabajadores temporales e informales. Sin embargo, esos movimientos gestionan diversas formas de economía popular y de producción comunitaria”, dijo citando textualmente la encíclica Fratelli tutti.
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Preservar el trabajo digno
En referencia al paradigma tecnocrático, el prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral afirmó que este “dominio de las finanzas”, centrada únicamente en la eficiencia y rentabilidad, “conduce a la ruina” y no garantiza ni empleo ni condiciones dignas.
Recordó las palabras del Papa al señalar que “la meta no debería ser que el progreso tecnológico sustituya cada vez más el trabajo humano, ya que esto sería perjudicial para la humanidad. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, un camino de crecimiento, desarrollo humano y realización personal. Ayudar económicamente a los pobres debe ser siempre una solución provisional ante necesidades apremiantes. El objetivo más amplio debe ser siempre permitirles una vida digna mediante el trabajo” (LS, 128).
En este sentido, Czerny animó a los asistentes a involucrar a economistas, académicos, empresarios, sindicalistas y “representantes de aquellos que sufren a causa de la economía” para “leer” la economía desde lo cercano “y así acompañar a sus pueblos que se esfuerzan por sobrevivir y prosperar”, afirmando que “no será posible cuidar la casa común si no tenemos ojos entrenados para ver el mundo desde las periferias”.
Finalmente, el cardenal exhortó a seguir “alzando la voz, como lo hizo Jesús, en nombre de aquellos que padecen la injusticia económica que obstaculiza su desarrollo humano integral”, concluyó.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)