Pastoral Obrera de Cataluña apuesta por “que la vergüenza cambie de bando”

Pastoral Obrera de Cataluña apuesta por “que la vergüenza cambie de bando”
El Secretariado Interdiocesano de Pastoral Obrera de Cataluña ha elaborado este año un manifiesto para el 8 de marzo con el título “Cuando la vergüenza debe cambiar de bando”, que recoge la experiencia de acoso y violencia a una mujer trabajadora en un barrio obrero de Barcelona.

En vez de una declaración analítica, distante y políticamente correcta, el secretariado catalán ha optado por ofrecer una vivencia muy expresiva sobre “tocamientos no deseados”.

El testimonio real comienza en la infancia, cuando en el cine “era habitual encontrarte una mano ajena en el muslo”, sigue a la edad del instituto. con la vergüenza al pasar delante de trabajadores o el tener que acostumbrarse a los exhibicionistas de los descampados y continúa describiendo “tocamientos y roces muy molestos y nada casuales” en el metro, para acabar con el acoso en el trabajo, e incluso una intento grave de agresión sexual.

La narración recoge experiencias en las que “algún jefe que besaba a las mujeres del despacho cada día sí o sí, o que se empeñaba en hacerles masajes en cuanto se quedaban solas con él para trabajar”. También “un intento de violación, un domingo al mediodía”.

Librarse del asedio y acoso machista, “exige determinación y correr el riesgo de ser considerada antipática, exagerada o maniática, porque no siempre el asediador tiene pinta de destripador”, sigue el relato, en el que se reconoce que la historia lamentablemente “no tiene nada de excepcional”.

“Son pequeñas o grandes agresiones que muchas mujeres hemos normalizado y que nos sacamos de encima como quien espanta moscas”, lo que lleva a la narradora a clamar: “¡Queda todavía mucha lucha por delante!”

La pastoral obrera, teniendo presente a Gisèle Pelicot, ha querido demostrar con este testimonio que este tipo de comportamientos, en grados diversos que van desde chistes machistas a violaciones y pederastia, persisten hoy en día.

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También denuncia que “los abusos de poder en el trabajo prosiguen, a menudo ante la indiferencia o la burla de terceros” y que “denunciar y abordar juicios es un proceso largo, caro y muy doloroso, agravado por un sistema judicial perverso”.

Igualmente destaca que “la situación de riesgo es alta en contextos vulnerables”, que afecta sobre todo a “las mujeres que están en situación irregular y no tienen permiso de residencia, las que deben compartir vivienda con extraños, las que trabajan a domicilio a menudo en condiciones muy precarias y están solas…”

No solo eso, también advierte que “ahora como antes, muchas mujeres son engañadas y obligadas a ejercer la prostitución contra su voluntad” y alerta de que aunque existen muchos más recursos donde acudir, “algunas asociaciones han visto reducidas, y mucho, las subvenciones”.

Finalmente, el secretariado, en el que participan Acció Catòlica Obrera (ACO), Germanor Obrera d’Acció Catòlica (GOAC-HOAC), JOC Nacional de Catalunya i les Illes, Moviment Infantil i Juvenil d’Acció Catòlica (MIJAC) y Coordinadora de Capellans Obrers, renueva su compromiso “en casa, en la Iglesia, en el trabajo, en el barrio”, en favor del cambio de actitudes, la denuncia de los abusos y la erradicación de la vulnerabilidad de tantas mujeres, siguiendo el ejemplo de Jesús, capaz de percibir el sufrimiento de una mujer que se acercó a Él con esperanza, como relata Lucas 8, 43-47.