Mujeres de Uspha-Uspha se enfrentan a la discriminación a través de la formación laboral y la participación

Durante mi visita a Uspha-Uspha, uno de los barrios formados por asentamientos humanos de la zona suburbana de Cochabamba (Bolivia), he podido comprobar de primera mano cómo las mujeres que lo habitan enfrentan múltiples discriminaciones. Son múltiples debido a su género y a su condición indígena, también por ser migrantes y rurales y, por si fuera poco, son discriminadas por trabajadoras en situación de pobreza.
Todas ellas, además de asumir la responsabilidad del trabajo doméstico y de cuidados, tratan de encontrar oportunidades de empleo formal y estable en el tiempo. Dichas oportunidades son pocas y difíciles de hacer realidad, ya que la tasa de analfabetismo entre las mujeres de la zona es alarmantemente alta.
Esto dificulta en gran medida su acceso al mercado laboral, la comunicación, la participación y el ejercicio de muchos de sus derechos básicos. Asimismo, muchas de estas mujeres son víctimas de diversas formas de violencia machista naturalizadas en el contexto. Esta violencia las conduce a una baja autoestima, exclusión social y poco sentimiento de pertenencia a la comunidad, lo que se traduce en una vida centrada en el interior de sus hogares que no garantizan su seguridad ni vida plena.
Las mujeres indígenas y andinas de estas áreas semirrurales, a pesar de ser uno de los colectivos más afectados por las consecuencias más negativas de la globalización neoliberal, han estado excluidas históricamente de los procesos de desarrollo. Las brechas en educación, salud, empleo y participación política en relación con los hombres de sus grupos poblacionales se han mantenido a pesar de las intervenciones del Estado y de la Cooperación Internacional.
Por ello, las Siervas de San José, en coherencia con su misión que promueve la dignificación de las mujeres en el mundo obrero y con el apoyo del Fondo de Solidaridad Internacional de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), trata de revertir estas dinámicas machistas y empobrecedoras por desiguales e injustas. La forma de hacerlo es promoviendo el empoderamiento de estas mujeres a través del fortalecimiento de sus capacidades para lograr una vida autónoma y participar en igualdad del acceso a recursos y de la toma de decisiones, tanto a nivel personal como familiar y social.
A lo largo de la semana que he pasado en Uspha-Uspha, además de compartir la vida comunitaria de las hermanas, he tenido el privilegio de acompañar a las 100 participantes del proyecto en las diferentes actividades de los programas de formación laboral básica y técnica, tanto de gastronomía y repostería como de textil y confección. Esta formación, junto a la obtención de microcréditos concedidos por Cáritas Cochabamba, ha posibilitado a varias mujeres como Filomena o Lurdes crear su propio taller de costura en el que confeccionan polleras y blusas de cholita a medida que venden por encargo. A otras de sus compañeras les ha dado la oportunidad de ser empleadas en algunos de los establecimientos gastronómicos de la zona.
En palabras de doña Filomena: “Antes no sabía hacer nada, pero gracias a las hermanas, ahora costuro hasta dos polleras al día. Puedo colaborar en la alimentación, ropa y formación de mis hijas. Y para la casa. Yo les digo a las mujeres que vayan, que en este centro las enseñan. Me gusta avisar y compartir entre mujeres. Apoyarnos. Gracias a mi trabajo en mi casa puedo también estar con mis hijos. Me siento bien”.
Igualmente me he podido empapar de la cultura comunitaria en la que se desarrollan estas mujeres, así como otras que en fases anteriores del proyecto fueron alumnas. Estas se organizan en cooperativas de ahorro y crédito comunitario que les permiten mejorar sus condiciones de vida e independencia financiera, así como generar un espacio de encuentro y ayuda mutua entre vecinas y amigas.
Por último, incluso tuve ocasión de participar de un taller facilitado por la teóloga indígena Tania Avila Meneses sobre Ecología Integral en el marco del Programa de formación integral en habilidades sociales y liderazgo. Este tiene como objetivo ampliar los conocimientos de las participantes en temas de derechos humanos, igualdad de género, habilidades comunicativas, obligaciones del Estado, legislación a nivel nacional, regional y municipal, así como métodos de incidencia política y participación ciudadana. El propósito final es ayudar a la reflexión y capacitar a las mujeres para que puedan organizarse y exigir directamente a las autoridades el cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades y, así, ser protagonistas de la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
Para terminar, como trabajadora responsable del acompañamiento de este proyecto, vuelvo a casa –y a la oficina– reafirmando que la cooperación, a través de proyectos como este, es una herramienta realmente transformadora capaz de enmendar algunas de las consecuencias más salvajes de las dinámicas internacionales. Sin duda, conocer el fruto del trabajo de las Siervas de San José en Cochabamba da sentido a la tarea y fuerza para seguir con ella.

Técnica de cooperación internacional de la Fundación Taller de Solidaridad
Secretaria general de la Juventud Estudiante Católica (JEC) en el periodo 2017-2020.