Hacia una verdadera «profecía social»

Hacia una verdadera «profecía social»
Foto | Eddi Aguirre (unsplash)
La expresión «profecía social» salió en una asamblea general del sínodo y es bien significativa para la nueva presencia pública de la Iglesia en la actual sociedad española.

Esta sociedad respira los aires del mundo moderno. No acepta ya una divinidad y una religión que se le impongan desde arriba y desde fuera. La situación de cristiandad ha muerto. La presencia de poder que se impone nada tiene que ver con la misión de la Iglesia en el mundo. Pero nuestra sociedad hoy está desfigurada por profundas divisiones, por el desconcierto y por la desesperanza. Y, en esta situación, la Iglesia debe ofrecer una presencia pública profética siendo signo creíble del Evangelio.

Es laudable y necesaria la orientación del magisterio en cuestiones sociales. Tenemos documentos muy valiosos de los papas ofreciendo luz en temas fundamentales. Dicen lo que hay que hacer, pero esa invitación queda en el aire mientras los cristianos –muchos ni leen esos documentos– veamos que está muy bien lo que dicen, pero no tratemos de poner esas orientaciones en la práctica. Incluso documentos de la Conferencia Episcopal Española que concretan cómo debe ser esta práctica –por ejemplo, La Iglesia y los pobres (1994)– tienen audiencia reducida entre los mismos cristianos y apenas influencia en su estilo de vida.

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