Eugenio Reyes: “La justicia social y la medioambiental se retroalimentan”

Eugenio Reyes: “La justicia social y la medioambiental se retroalimentan”
El portavoz de Ben Magec-Ecologistas en Acción de Canarias, Eugenio Reyes Naranjo, será quien dé la ponencia “Justicia medioambiental” este martes 24 de febrero en la Escuela de Formación Sociopolítica y Fe Cristiana de la Diócesis de Canarias.

La charla se realizará en la Casa de la Iglesia de Las Palmas de Gran Canaria, a las 19:00 horas, pudiéndose seguir por la plataforma Zoom. Para Reyes “probablemente quien pueda salvar el medioambiente es la ciudacuidadanía. La población civil está llamada a jugar un papel histórico”.

¿Cuáles son las ideas centrales de tu ponencia sobre Justicia medioambiental?

Identificar el desafío que tiene la justicia ambiental. Entender que el bien ambiental incide en la desigualdad y que la desigualdad incide también en el medio ambiente. Se retroalimentan de forma perversa cuando hay cualquier tipo de desigualdad relacionado con la vivienda, con la vida común, con bienes, con los bienes normales, el trabajo. Detrás siempre hay también una afección ambiental. Entender esa lógica entre justicia social y justicia ambiental y cómo se retroalimentan, como son sinérgicas y necesarias conjunta será el centro de la ponencia.

¿Qué entiendes por medioambiente?

Es un bien común que afecta por igual, a veces de forma desigual, a todas las formas vivas del planeta. Es el ambiente que hace posible la vida sobre el planeta, donde tienen derecho a existir todas las formas vivas, no solo las humanas y que, además, todas están llamadas a compartir un destino común, todas se necesitan y se deben apoyar. Nadie puede quedar fuera. Ningún ser vivo del derecho al medioambiente.

¿Cuál es la relación que debe haber entre justicia y medioambiente?

Hasta ahora la justicia ha estado muy centrada en lo antropocéntrico, en la justicia de los seres humanos, en los derechos humanos universales, en los derechos de los seres vivos humanos. Pero esto, sin que la justicia amplíe la mira hacia los derechos ambientales, se queda enormemente coja, enormemente incierta y está generando incertidumbre. Solo valga un ejemplo: el derecho a la vivienda, o un simple ciudadano sin techo, su estado de salud puede afectar a la salud ambiental en su conjunto, puede afectar a enfermedades contagiosas, etcétera, y, a la vez, esas enfermedades contagiosas afectan a la sociedad. Ese círculo perverso necesita que la justicia lo aborde con rigor, y que tenga la justicia social y la ambiental como un eje sinérgico a gestionar de forma unitaria.

¿Cómo ves la realidad medioambiental de Canarias?

El diagnóstico canario es muy claro. Teniendo el privilegio de contar con valores ambientales únicos como flora endémica exclusiva, geodiversidad de origen volcánico exclusiva, más del 40% de todos los cetáceos marinos del mundo solo vive en Canarias, teniendo toda esa riqueza enorme, Canarias está claramente tocada y mermada. Esos 18 millones de turistas que nos visitan, ese millón largo de vehículos para dos millones de habitantes, un aforo para mover a cinco millones de personas, cuando solo somos dos; zonas contaminadas declaradas por Europa de riesgo inminente por los vertidos al mar y, por supuesto, una cultura de ocupación masiva del litoral, donde de 2.500 kilómetros lineales, repartidos por los 19 turistas que toca a unos 17 centímetros por usuarios del espacio, eso supone una capacidad de carga disparatada, que necesita de medidas correctoras.

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¿En qué medida las instituciones públicas cuidan el medioambiente?

Están obligados constitucionalmente a cuidar el medioambiente, pero siguen con la contradicción de ser la causa principal del deterioro ambiental con estructuras terrestres tanto carreteras como puertos y aeropuertos. La facilitación que dan a sectores especulativos en el tema del suelo turístico o suelo urbano, el no resolver de forma eficiente los vertidos, se convierte prácticamente en un actor clave a la hora del deterioro ambiental.

¿Cómo debe comportarse la ciudadanía para que exista una justicia medioambiental?

Sobre todo, empoderarse, caminar de la ciudadanía a la cuidadanía. Necesitamos, más que ciudadanos, cuidadanos, gente que asuma, más allá del marco jurídico del derecho y de deberes, también la responsabilidad. Todos estamos llamados a cuidar la casa común. Todos tenemos un rol que jugar desde nuestra conducta personal, desde nuestro proyecto vital. Cuidando nuestra piel podemos cuidar la piel del planeta, cuidando nuestro estómago podemos cuidar el estómago del planeta. Somos un destino común y muchas veces los ciudadanos no tienen esa percepción, no tienen esa sensibilidad para entender que estamos llamados a cuidar el medioambiente.

¿Y para lograrlo no es necesario un proyecto de concienciación?

Sí, sí. Necesitamos que en las escuelas haya asignaturas transversales de educación ambiental. Necesitamos que los ciudadanos se organicen para defender el medioambiente. Muchas veces viven los impactos ambientales de forma individual. Necesitamos que la ciudadanía se empodere en colectivos, asociaciones, en procesos que permitan la defensa del medioambiente. Probablemente quien pueda salvar el medioambiente es la cuidacuidadanía. La población civil está llamada a jugar un papel histórico para salvar el medioambiente.