Francisco pide que la inteligencia artificial sea utilizada para construir un desarrollo más humano, social e integral

Francisco pide que la inteligencia artificial sea utilizada para construir un desarrollo más humano, social e integral
FOTO | Foro Económico Mundial
El pontífice pide a gobiernos y empresas un uso responsable de la inteligencia artificial (IA) para promover la dignidad humana, la justicia social y el bien común

En su mensaje anual al Foro Económico Mundial, que concluye hoy en Davos (Suiza) con el lema  “Colaboración para la era inteligente”, el papa Francisco instó a reflexionar sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la sociedad, destacando tanto sus potencialidades como los riesgos asociados a su uso y que esta tecnología debe estar al servicio de la humanidad.

El Papa, en la intervención realizada por el cardenal Turkson, recordó –como viene haciéndolo en distintos mensajes–  que la IA, como producto de la inteligencia humana, debe orientarse hacia fines éticos y sociales. “Cuando se usa correctamente, la IA asiste a la persona humana en el cumplimiento de su vocación, en libertad y responsabilidad”, afirmó.

Sin embargo, alertó sobre el peligro de subordinación de la dignidad humana al paradigma tecnocrático, que prioriza la eficiencia sobre los valores esenciales. “Los desarrollos tecnológicos que no mejoran la vida de todos, sino que crean o agravan desigualdades y conflictos, no pueden considerarse un verdadero progreso”, alertó Francisco, pidiendo a gobiernos y empresas que esta tecnología sea utilizada para construir un desarrollo más humano, social e integral.

Responsabilidad ética y retos sociales

El Papa expresó la preocupación de la Iglesia por la capacidad de la IA de producir resultados que imitan la creatividad humana y su potencial para influir en la verdad. “Esta tecnología está diseñada para aprender y tomar ciertas decisiones de manera autónoma […] planteando cuestiones fundamentales sobre la responsabilidad ética, la seguridad humana y las implicaciones para la sociedad”, apuntó.

En este sentido, instó a la élite reunida en Davos a ejercer una “debida diligencia y vigilancia” constante sobre sus aplicaciones y a evaluar “críticamente las aplicaciones individuales de la IA en contextos particulares para determinar si su uso promueve la dignidad humana, la vocación de la persona y el bien común”, emplazó.

En opinión de Francisco, “a medida que la aplicación de la IA y su impacto social se vuelvan más claros con el tiempo, deben adoptarse respuestas apropiadas en todos los niveles de la sociedad, según el principio de subsidiariedad”, emplazando a toda la comunidad política a colaborar “en sus niveles respectivos para garantizar que la IA se dirija al bien de todos”.

Finalmente, el Papa recordó la necesidad de redescubrir el valor de la comunidad y el cuidado del medioambiente en esta nueva era tecnológica. “Hoy, hay desafíos y oportunidades significativos cuando la IA se sitúa dentro de un marco de inteligencia relacional, donde todos comparten la responsabilidad del bienestar integral de los demás”, concluyó.