Valencia: aprender la lección

Valencia: aprender la lección
Viñeta de Pepe Socorro
Los terribles sucesos vividos en el sur de la provincia de Valencia tras el paso de la dana obligan a una reflexión profunda sobre dos cuestiones que son prioritarias.

Por un lado, el impacto real del cambio climático en nuestra sociedad y, por otro, la gestión pública ante catástrofes de esta magnitud. Valencia no olvidará nunca a las víctimas de esta tragedia y habrán de pasar años antes de recuperar la normalidad deseada, si es que ello resulta posible después de todo lo ocurrido.

La impotencia, la indignación y la ira son sentimientos naturales ante la desesperación y el dolor que sienten quienes han perdido a sus seres más queridos, sus pertenencias y, en muchos casos, su propio futuro. Ahora toca dar respuesta a las necesidades más urgentes, poniendo el foco en ofrecer la mejor atención a las víctimas y abordar el proceso de reconstrucción de todo lo destrozado, que será tan largo como complejo.

Sabemos, aunque haya voces que prefieren negar la evidencia, que las sequías serán cada vez más frecuentes y se prolongarán más en el tiempo, del mismo modo que las lluvias serán más fuertes y sus consecuencias aún más graves.

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