La respuesta solidaria de las entidades cristianas a la DANA
La ciudadanía y la sociedad civil organizada sigue respondiendo, a las consecuencias humanas y sociales de la catástrofe de la DANA, a pesar de su limitada capacidad, como también tratan de hacer entidades de la Iglesia, como Cáritas, grupos jesuitas, salesianos y la HOAC, entre otras
Cáritas Española ha elaborado un “Plan de respuesta a la emergencia” con la vista puesta en la restitución a medio y largo plazo de los medios de vida de las personas damnificadas, sobre todo, en situación de mayor precariedad: ersonas mayores; menores y jóvenes; familias numerosas; personas en soledad y sin redes de apoyo; personas migrantes; y personas en situación de exclusión y vulnerabilidad previa.
Según el responsable del comité de emergencia de la entidad eclesial, Yago Aparicio, está previsto desarrollar el acompañamiento integral a cerca de 20.200 personas en las zonas afectadas.La acción se centrará en Valencia recuperar los medios de vida y asegurar las necesidades básicas, ofrecer soluciones para el alojamiento, atender la salud mental y emocional y favorecer la protección y la reconstrucción de la comunidad, aunque de modo transversal se ocuparán de prestar apoyo jurídico y volver a poner en pie los centros y proyectos propios afectados por la DANA.
En Letur (Albacete), Cáritas trabaja en recuperar la actividad de la empresa de inserción Restaurante El Búho Letur, que emplea a ocho personas y cuatro más participan en un proceso de formación, sostenida por la fundación de economía social El Sembrador, que cuenta con un vivero que colaborará en el plan de recuperación de este municipio. Además, se pondrá en marcha un programa para la elaboración del duelo con un centro de escucha, sin descuidar la atención primaria ante las necesidades básicas de las personas afectadas.
En Cuenca, prestará ayuda monetaria, apoyo a las necesidades básicas, a las reforma de viviendas e instalaciones, equipamientos, y a la salud mental y emocional.
También puedes leer — El principio de precaución
La entidad de acción caritativa y social de la Iglesia católica cuenta con más de 42 millones de euros (13 millones reunidos por la delegación de Valencia, algo más de 21 por Cáritas Española y el resto por las distintas diócesis) recogidos durante la campaña de captación de fondos abierta al día siguiente de la tragedia, que, en cuatro semanas, está cerca de igualar los 65 millones reunidos durante los siete meses de la campaña por la crisis del COVID-19.
El presidente de Cáritas Española, Manuel Bretón, reconoce que “las consecuencias económicas van a dejarse notar durante mucho tiempo, especialmente entre las personas más vulnerables y en situación más precaria”. “También entonces nos tendrán a su lado, mitigando su sufrimiento y ayudándoles a reclamar sus derechos, una misión para la que también necesitaremos el apoyo de toda la sociedad”, ha explicado.
Hasta el momento se han invertido 2,5 millones de euros en ayudas de primera necesidad y reparto de donaciones en especies. Unas 500 empresas y más de 350 personas se han ofrecido a colaborar con la organización que ha habilitado nueve almacenes para la recepción y almacenaje de todas las donaciones y ha recibido casi 5.000 llamadas telefónica en los primeros diez días.
Salesianos
La familia salesiana, con gran presencia en la zona afectada, también se afanan en la atención a las poblaciones damnificadas y organización de la solidaridad.
El provincial de Salesianos María Auxiliadora, Fernando Miranda, ha informado de que dos de las casas de la congregación, que estructuralmente no han sufrido ningún daño, san Antonio Abad, al norte de la ciudad, y san Juan Bosco, en el sur, se han volcado en solidaridad para ayudar, como voluntarios, a cargar y descargar camiones con diversas ayudas e incluso participando en la “riadas solidarias” que han llevado a miles de personas a las zonas afectadas para ayudar voluntariamente.
Desde el día 31 se encuentran en contacto con el Comité de Emergencia de Cáritas Valencia “para coordinar las distintas respuestas según las necesidades”. La Federación de Centros Juveniles salesianos de la Comunidad Valencia coordinan las labores de las personas voluntarias, junto con el Consell Valencià de la Joventut, para actuar de manera coordinada con los ayuntamientos afectados.
También desde la Fundación FISAT que gestiona los proyectos sociales salesianos se sumaron a las labores de limpieza, dirigidas desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde se reunían las personas dispuestas a echar una mano.
Las acciones solidarias desarrolladas por los salesianos continúan en forma de recogida de alimentos, material de limpieza, agua embotellada, sacos de dormir o productos de higiene personal e incluso de pienso para mascotas, de colectas o ventas solidarias.
Jesuitas
Igualmente, las obras, instituciones y personas vinculadas a la Compañía de Jesús en Valencia se han sumado a los esfuerzos locales para dar respuesta a la emergencia.
En un primer momento, en contacto con Cáritas Valencia, han aportado ayuda económica y productos de primera necesidad y desde las ONG del sector social de los Jesuitas en España se puso en funcionamiento el sitio web Emergencias SJ para canalizar la solidaridad de todas las personas que quieran aportar su granito de arena.
Las Escuelas San José en Valencia se convirtieron en un gran banco de alimentos y solidaridad en la primera semana de noviembre. Un grupo de docentes de Formación Profesional llegó hasta las Escuelas en Paiporta, para apoyar técnicamente la extracción de agua. Con las donaciones y el esfuerzo económico de la Compañía de Jesús, se han podido instalar y activar 10 bombas de agua.
El equipo de Hospitalidad del Servicio Jesuita a Migrantes Valencia (SJM) coordinó la acogida de 14 personas, familias de Alfafar y Paiporta, a quienes también se les ha apoyado con suministros. También se ofreció, a las autoridades pertinentes,
Personas de la comunidad educativa de las Escuelas San José adecuaron de la casa de ejercicios espirituales de la Compañía de Jesús “La purísima”, en Alaquàs para alojar a enfermos derivados de zonas afectadas.
Entreculturas y Alboan en coordinación con Educsi han creado una propuesta formativa con una serie de unidades didácticas para trabajar con niñas, niños y jóvenes en contextos de emergencia.
El Centro Arrupe Valencia está sirviendo como espacio para almacenamiento de la Asociación Solidaria Casa Grande, quien desde hace años cuenta con el servicio de contenedores de ropa en diversos barrios de Valencia, que luego recogen, arreglan y entregan a personas vulnerables.
Trabajadoras y trabajadores cristianos
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) también ha querido contribuir, dentro de sus posibilidades, a paliar en algo las consecuencias de la tragedia, especialmente entre la población trabajadora más afectada, a través de una campaña de captación de donaciones económicas (en la cuenta ES59 1491 0001 2930 0007 6149) para apoyar la recuperación de la actividad económica de proyectos de interés social y resolver las urgencias de personas, familias y colectivos afectados, gestionada por su organización en Valencia.
“Las comarcas afectadas tienen una importante esencia obrera, tanto en polígonos como en pueblos y barrios” en el que militantes y simpatizantes de la diócesis de Valencia, junto a miles de personas en la provincia han sufrido las consecuencias directas en sus viviendas, así como en sus pertenencias materiales y personales.
Este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos de la diócesis de Valencia, además, ha recurrido a su Fondo de Solidaridad Diocesano que habitualmente financia movilizaciones de trabajadores organizados en defensa de sus derechos y proyectos de fomento del trabajo decente, para remediar la situación de carestía total de una cooperativa de gestión de residuos y reciclaje en la localidad de Benetússer y atender “las orientaciones y necesidades que nos trasladen la militancia hoacista que viven y trabajan en las zonas afectadas” para apoyar iniciativas laborales.
Redactor jefe de Noticias Obreras