Granada vive una velada artística en solidaridad con las personas trabajadoras del sur

Granada vive una velada artística en solidaridad con las personas trabajadoras del sur
“Entrañable y emocionante” resultó el acto plástico poético musical “Cuidar la justicia social en los países del sur”, organizado por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Granada para dar a conocer el Fondo de Solidaridad Internacional, con el que esta organización de trabajadores cristianos apoya a entidades de otros países en su lucha por la dignidad, los derechos laborales y bien común.

Las actuaciones de la banda de Nico Hernández “El hombre garabato”, la poeta Ana Constán y el artística plástico Kiko Alonso envolvieron y arroparon las realidades de los trabajadores de los países menos desarrollados y los esfuerzos por avanzar en equidad y solidaridad, apoyados por el Fondo de Solidaridad Internacional de este movimiento de la Iglesia en el mundo del trabajo.

Cerca de cien personas, entre militantes y simpatizantes de la HOAC, así como personas de comunidades parroquiales cercanas, compañeros de trabajo y de compromiso y amistades, abarataron el salón de actos del Colegio Mayor Cardenal Cisneros donde se desarrolló la velada.

“Fue algo entrañable y emocionante”, reconoce el presidente de este movimiento de Acción Católica orientado al mundo obrero y del trabajo, quien destaca la importancia de utilizar otros lenguajes y estilos, más allá de “charlas, ponencias y pancartas” de presentar “lo que hacemos y lo que pensamos”.

Los versos declamados y las canciones interpretadas, siempre acompañadas por las creaciones gráficas proyectadas en una pantalla a media que cobraban forma del artista plástico, daban paso a la descripción de situaciones concretas de injusticia en el sur y el esfuerzo de erradicarlas, a través del esfuerzo comunitario, con apoyo económico del Fondo de Solidaridad Internacional.

A media que transcurrían las intervenciones, se iba despertando una corriente de empatía y solidaridad con la que sostener la esperanza de tantas personas y entidades que es esfuerzan por hacer de este un mundo un lugar más justo y habitable. En medio de las intervenciones artísticas, aparecieron los rostros y almas de tantas personas implicadas en los proyectos de promoción de la conciencia obrera, la justicia social y la construcción del reino de Dios.

Emoción y sentimiento

“Por esta vez, no se trataba de ofrecer un discurso ético, sino recurrir a la estética, como una manera de cuestionar e interpelar, pero, sobre todo, de propiciar el encuentro y la convivencia”, reconoce Donado. Así, cumplido el programa, “la gente se quedó media hora más, charlando, de tertulia, de encuentro, intercambiando comentarios y relacionándose”, relata.

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La responsable general de Compromiso y Relaciones Internacionales de la HOAC, Marimar González, que viajó hasta Granada para asistir al evento, no solo agradeció el esfuerzo, sino que confiesa que fue un acto “lleno de emoción y sentimiento que nos encogió el corazón”.

Todas las personas allí presentes, gracias al despliegue de lenguajes y las sentidas interpretaciones, “hicimos un recorrido por alguno de los proyectos que apoyamos desde el Fondo de Solidaridad, con paradas en India, África y Latinoamérica”, admite, lo que sin duda ayuda a “poner alma, corazón y vida a todos estos proyectos”.

Para la HOAC, el Fondo no es solo “una ayuda económica”, sino que persigue generar “recursos” para que las personas implicadas sean “protagonistas de sus vidas y de la transformación de la realidad, convirtiéndose en acompañantes de otras personas de sus comunidades”, explica González.

Para ello, añade, hace falta “visibilizar esos rostros y esas vidas de hermanos y hermanas del trabajo que sufren día a día la injusticia, porque lo que no se ve, parece no existir, no duele, no nos moviliza”. De esto se trataba, en esta ocasión, aunque “desde la creatividad, el arte, el asombro”, en palabras del presidente de la organización granadina

El acto fue un momento muy especial para escuchar las heridas de este mundo y ponerse manos a la obra para erradicar las causas de la injusticia, para que cada cual pida, como cantó “El hombre garabato”:  “Sálvame de estar dormido”.