Un congreso internacional sobre el trabajo busca renovar el contrato social con nuevos derechos universales para las personas trabajadoras

Un congreso internacional sobre el trabajo busca renovar el contrato social con nuevos derechos universales para las personas trabajadoras
El Congreso Internacional del Trabajo: “Hacia una Internacional Laborista” debatirá este miércoles y el jueves, 13 y 14 de noviembre en Madrid, sobre temas claves como la democratización del trabajo, la inteligencia artificial, la justicia climática y la igualdad. Está prevista la firma de la Carta global de los derechos laborales, un compromiso político para un renovado contrato social

El cónclave, presentado públicamente el 14 de octubre por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, va a reunir a unas 400 personas entre representantes de gobiernos, universidades, organismos internacionales, sindicatos mundiales, sociedad civil, juristas y expertos con el objetivo de debatir, en cuatro ejes, sobre los nuevos paradigmas en el mundo del trabajo, “avanzar en propuestas que conduzcan a ensanchar los derechos laborales en todo el mundo con el trabajo decente en el horizonte”. El evento tiene previsto concluir con la firma de una declaración política para establecer las bases de un renovado contrato social con nuevos derechos universales para las personas trabajadoras.

En el acto inaugural están anunciadas las intervenciones de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social del Gobierno de España; de los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente. También están previstos videomensajes de Juan Somavía, exdirector general de la OIT –en cuyo mandato se artículo y se acuñó el concepto de trabajo decente–, y Bernie Sanders, senador demócrata de EEUU.

Una agenda comprometida con la justicia laboral y socioambiental

El Congreso Internacional del Trabajo se presenta como un espacio de análisis y como un punto de inflexión para la acción global en defensa de los derechos laborales. La nota conceptual del congreso subraya la complejidad del contexto actual, caracterizado por una inestabilidad profunda y una escalada de políticas reaccionarias que amenazan con socavar derechos conquistados durante décadas.

Los diálogos estructurará en torno a cuatro ejes, cada uno abordando un aspecto de la situación laboral actual y los desafíos que enfrenta el mundo del trabajo en todo el planeta.

El primer eje titulado Blindar el poder laboral y sindical en los Estatutos del Trabajo del siglo XXI: Hacia una verdadera democracia en el trabajo subrayará la urgencia de reequilibrar las relaciones de poder entre empleadores y trabajadores. En un contexto donde el derecho de huelga y la negociación colectiva enfrentan un deterioro creciente, se debatirá cómo fortalecer las instituciones sindicales y los derechos colectivos para garantizar una participación efectiva de los trabajadores.

“El fortalecimiento del sujeto laboral colectivo es imprescindible”, aseguran desde la organización. La discusión incluirá la creación de marcos normativos que aseguren el respeto a la democracia en el trabajo y protejan la libertad sindical, resaltando la importancia de la participación activa de los trabajadores y las trabajadoras en la toma de decisiones de la empresas.

El segundo eje se planteará Gobernar las transiciones y ensanchar los derechos laborales: Hacer frente a la esclavitud algorítmica y la emergencia climática. Este diálogo se centrará en los retos que presentan el impacto de la inteligencia artificial y la crisis climática.

Se analizarán las implicaciones del avance tecnológico, que ha incrementado la vigilancia y control sobre los trabajadores y de las trabajadoras, y la necesidad de nuevos derechos digitales, como a la desconexión y a la transparencia algorítmica.

Asimismo, se tratará cómo las políticas climáticas deben incluir una dimensión laboral que garantice transiciones justas, enfocándose en la creación de empleos sostenibles y la protección de las comunidades más vulnerables. En el diálogo se pondrá énfasis en la urgencia de políticas públicas que equilibren el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental y la justicia social.

En el tercer eje Despatriarcalizar el trabajo: Hacia un laborismo feminista y diverso se abordarán las desigualdades entre hombres y mujeres que persisten en el mundo del trabajo. A pesar de avances legislativos y sociales, la brecha salarial y la falta de representación equitativa en puestos responsabilidad siguen siendo desafíos a considerar.

Se analizarán medidas para reducir estas brechas, reconocer el trabajo de cuidados y garantizar un entorno laboral inclusivo para mujeres y comunidades LGTBIQ+. También se destacará la necesidad de políticas que permitan una mejor redistribución del trabajo doméstico y de cuidados, con el fin de avanzar hacia una verdadera corresponsabilidad y eliminar las barreras que perpetúan la discriminación de las mujeres trabajadoras.

La última sesión Un frente unido por los derechos de las personas trabajadoras que aúne al Sur y Norte global: Balance y próximas acciones destacará la importancia de la cooperación internacional para enfrentar la precarización y desigualdad laboral, especialmente en el Sur global.

Se abordará el impacto del empleo informal, que afecta al 58% de las personas trabajadoras en todo el planeta, y se debatirá cómo fortalecer la solidaridad global para asegurar que las políticas laborales respondan tanto a las necesidades de los trabajadores en economías avanzadas como en países en desarrollo.

Este diálogo subrayará la necesidad de que las reformas laborales pendientes integren principios de justicia social y ecológica, renovando el compromiso global con la protección de los derechos laborales y promoviendo una perspectiva feminista y ecologista en el mundo del trabajo.

Nuevos derechos universales

El congreso concluirá con la firma de la Carta global de los derechos laborales, será el compromiso político con la universalidad de los derechos laborales, respondiendo a las demandas de un “movimiento laborista” global que exige equidad, justicia, respeto… y que reconoce la necesidad de movilizar a la sociedad civil y a los distintas actores sociales para mantener viva la agenda de los derechos laborales y luchar contra las reformas regresivas que priorizan la desregulación y la precarización.

“La respuesta a esta confluencia de crisis debe ser coordinada y robusta”, destacando que solo a través de un frente unido y comprometido se podrán proteger y expandir los derechos laborales en este siglo XXI.

Por esta misma razón, destacan ciertas ausencias relevantes como una representación de los trabajadores y trabajadoras que sufren las consecuencias de una economía que los “descarta”, pero que, a pesar de ello, continúan luchando por un trabajo digno, organizados en movimientos populares. También se echa en falta la presencia de la Iglesia, ya que durante el pontificado del papa Francisco ha destacado por su insistencia en el valor y la dignidad del trabajo y de quienes lo realizan. Esto se refleja no solo en sus principales textos y numerosos mensajes; también en su labor pastoral, que ha puesto el trabajo en el centro de su magisterio y su insistencia en las instituciones.

 

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