Entidades cristianas de Bilbao y Murcia llaman a la participación en los actos por el 25N
La pastoral obrera de Bilbao y la Revuelta de las Mujeres en la Iglesia en Murcia han emitido sendos comunicados en los que llaman a sumarse a las movilizaciones y esfuerzos para erradicar la violencia contras las mujeres en este 25N.
Desde el número de noviembre de su publicación Aizú, la pastoral obrera de Bilbao anima a realizar actividades de sensibilización entorno al 25N, día para la eliminación de la violencia contra las mujeres, así como a unirse presencialmente a las movilizaciones y actos que se convoquen en los municipios como reivindicación contra la violencia y en solidaridad con las víctimas.
“¡No podemos mirar hacia abajo!”, aseguran desde la pastoral obrera de la diócesis de Bilbao en Aizú y abogan por acoger en nuestro corazón el grito de nuestras hermanas víctimas de violencia machista. Recuerdan que en los últimos diez años, 1.237 mujeres han perdido la vida por esta causa. 40 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en el Estado español en 2024. En Bizkaia, Yanely G. “Hacemos memoria de cada una de ellas”, añaden.
Además, indican que el 57,3% mujeres residentes en España de 16 o más años (más de una de cada dos) han sufrido algún tipo de violencia machista y que se calcula que, a nivel global, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.
En el año 2004, esta pastoral obrera diocesana afirmaba: “Mostremos nuestra solidaridad con las víctimas, permaneciendo alerta, con una actitud de cambio personal y denuncia colectiva para no considerar estas situaciones como inevitables y reclamar de todas las instituciones implicadas un compromiso firme a favor de las mujeres”. 20 años después, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas y generalizadas del mundo.
Así, aseguran que “construir una sociedad libre de violencia machista debe seguir siendo una prioridad irrenunciable, porque la igualdad no es solo un ideal, sino una necesidad urgente y un compromiso ineludible con quienes hoy sufren y con las generaciones futuras. Callar, mirar hacia otro lado es en el fondo complicidad”.
También reflejan en Aizú las palabras del papa Francisco que rezan: “No les neguemos también la voz a todas esas mujeres víctimas de abuso, explotación y marginación. De palabra, todos estamos de acuerdo en que el hombre y la mujer tienen la misma dignidad como personas. Pero en la práctica eso no ocurre”.
¡En nombre de Dios, ni una muerte más!
Por su parte, el grupo promotor de la Revuelta de las Mujeres en la Iglesia en Murcia ha hecho público un manifiesto de apoyo al jornada del 25 de noviembre en la que se conmemora el Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra las mujeres.
Así lo ha manifestado Rosa Pérez Tomás, una de las representantes de esta red en la Región de Murcia, de la que forman parte, entre otras, mujeres de las Comunidades Cristianas de Base y de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).
En esta declaración, tras señalar que quieren una vida libre de violencia contra las mujeres, aseguran que, “como mujeres y como cristianas, queremos contemplar esta realidad que atraviesa todos los países y sociedades con la mirada de Jesús de Nazaret, y sentirnos interpeladas y llamadas a la acción dentro y fuera de la Iglesia”.
La Revuelta de Mujeres en la Iglesia recuerda los datos escalofriantes de muertes y agresiones por violencia de género, como que en Españase han producido 41 asesinatos de mujeres en lo que llevamos del año 2024, y 1.286 muertes de mujeres y 61 de menores computados desde 2003. Asimismo, que en este año más de 6.000 mujeres han sido atendidas por la Red de Centros de Atención Especializada para Mujeres Víctimas de Violencia (CAVI). Y de ellas, casi 2.700 eran nuevos casos.
“No podemos pasar por alto el reciente escándalo social generado en Murcia, por las irrisorias condenas impuestas a los hombres que abusaron de su poder social y económico para prostituir y violar a mujeres menores de edad y en situación vulnerable”, indica Rosa Pérez.
Todos los crímenes de violencia contra la mujer constituyen una grave violación de los Derechos Humanos. Por ello, insiste esta portavoz de la Revuelta de Mujeres, “queremos sumarnos a la lucha social contra esta lacra en nuestra sociedad, compartiendo las reivindicaciones de otros colectivos. Son necesarias medidas educativas, legislativas, económicas y sociales para erradicar la violencia contra las mujeres”.
Denuncia en la Iglesia
Asimismo, la denuncia se extiende a las situaciones que se viven en la Iglesia, porque “en el nombre de Dios y de María se ha legitimado la subordinación de las mujeres, la violencia y la feminización de la pobreza, desde una teología del aguante y el sacrificio, desde unos referentes de santidad que no propugnan la liberación de las mujeres sino más bien su domesticación y servilismo a los varones y a los clérigos”.
El manifiesto concluye insistiendo en que la violencia contra las mujeres es radicalmente opuesta al Evangelio de Jesús, “por ello queremos hacer de nuestras comunidades cristianas un lugar seguro y de acogida para quienes la sufren”.
Para conseguir ese objetivo reclaman la eliminación de los lenguajes y prácticas discriminatorias, se pida perdón por los abusos y las complicidades, así como que la Iglesia sienta como suyo y denuncie públicamente el dolor de tantas mujeres y menores y, además, se una la Iglesia a los movimientos y asociaciones que luchan por la erradicación de la violencia contra las mujeres.
Periodista