La cuestión de la mujer en la Iglesia reaparece en el sínodo

La cuestión de la mujer en la Iglesia reaparece en el sínodo
Mientras los grupos de trabajo recorren el itinerario de la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre Sinodalidad, ganan fuerza las voces que reclaman que la cuestión de las mujeres en la Iglesia no quede solo en manos del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

De hecho, el Papa ha convocado una reunión para el próximo sábado 19 de octubre con las 53 mujeres que participan en el sínodo sobre la Sinodalidad, tras el malestar generado por las declaraciones del prefecto para la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández, en la que pareció querer rebajar las expectativas sobre el diaconado femenino, como por otra parte, ya había hecho el propio papa Francisco.

El santo padre se había pronunciado sobre este asunto en una reunión con 150 miembros de la Compañía de Jesús durante su visita a Bélgica y Luxemburgo del pasado mes de septiembre, según reveló la revista italiana La Civiltà Cattolica.

“No quiero limitar la discusión sobre el papel de la mujer en la Iglesia al tema del ministerio”, afirmó Francisco, quien señaló que, más allá de la ordenación, las mujeres ya están desempeñando altas responsabilidades dentro del Vaticano.

Este miércoles, según informó el  prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, el secretario del sínodo, el cardelan Grech había leído a la asamblea un comunicado escrito a su vez por el mismo Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, en el que trataba de explicar su postura y aclarar el proceso que se está siguiendo para plantearse la cuestión de la ordenación de mujeres en la Iglesia.

Efectivamente, el tema de la “la participación de las mujeres en la vida y en el liderazgo de la Iglesia, ya ha sido confiado al citado Dicasterio antes de la petición del Sínodo” que también dirige el grupo de estudio número cinco creado, como el resto de comisiones expertas, por encargo del papa Francisco para tratar “algunas cuestiones teológicas y canónicas en torno a formas ministeriales específicas”.

Este dicasterio ya ha escuchado a los obispos y cardenales, está abierto a la consulta de mujeres no consultoras y a todos los miembros del sínodo, que podrán enviar opiniones y subvenciones en los próximos meses.

En principio, el día 18 de octubre dos teólogos estarán disponibles para recibir propuestas sobre el tema por escrito u oralmente, según las explicaciones de Paolo Ruffini,

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Con todo, mujeres presentes en la asamblea han pedido más presencia femenina en este grupo número cinco, según admitió, Ruffini, quien, no obstante, defendió la idea de “superar la lógica del nosotros-nosotras, ellos-ellas” y se hizo eco de algunas propuestas en torno a “ciertos ministerios como el de la consolación para no perder el énfasis de la contribución de las mujeres en el pasado y en el presente”.

Identificar los miedos para discernir

Ruffini reconoció que dentro de la asamblea se ha lanzado un “llamamiento para identificar los miedos y temores que se esconden detrás de algunas posturas sobre las mujeres, porque estos miedos en la Iglesia han llevado a actitudes de ignorancia y desprecio hacia las mujeres”. Volviendo al método propio de este sínodo, pidió “primero identificar para sanar y luego discernir”.

Lo cierto es que el instrumentum laboris, el documento de trabajo, de esta sesión de la asamblea está muy centrado en renovar el funcionamiento institucional y la acción pastoral de la Iglesia en el mundo, más que en impulsar cambios doctrinales.

Desde la apertura de esta fase sinodal, hay quien plantea que las conclusiones a las que puedan llegar estos grupos de estudio pasen primero por los padres y madres sinodales antes de ser entregadas al Papa.

Lo cierto es que estos días en el Vaticano, se están desarrollando foros temáticos, debates, comparecencias públicas e iniciativas diversas que vienen a enriquecer y ampliar el proceso de escucha y diálogo propio del método sinodal.

La Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre Sinodalidad, en la que participan 464 personas, de las que 368 tienen derecho a voto, termina el el 27 de octubre.

El documento final recogerá el sentir de la congregación reunida en el Vaticano, al menos, en aquellos puntos donde exista un consenso palpable.

No se esperan grandes giros doctrinales y sí, en cambio, un llamamiento a inaugurar una nueva acción pastoral más comunitaria en medio del mundo y un impulso al funcionamiento sinodal del Pueblo de Dios, sin descartar un mayor acercamiento a otras confesiones cristianas.