Mirada con esperanza más de 50 años después del naufragio de “La Isla”

Mirada con esperanza más de 50 años después del naufragio de “La Isla”

Fijamos nuestra mirada en la tragedia del pesquero “La Isla” que naufragó, frente a la Torre de Hércules en A Coruña, en la madrugada del 4 de octubre de 1970. Catorce personas perdieron la vida y solamente una sobrevivió. Con motivo del cincuenta aniversario se organizaron actos y una exposición con el fin de honrar a sus tripulantes, cuyas muertes contribuyeron al cambio del concepto de salvamento marítimo y despertaron la conciencia sobre las condiciones de trabajo en aquellos tiempos.

Mi hermano Antonio fue uno de los catorce fallecidos en el naufragio, cuyo cuerpo no se encontró. Desde entonces habíamos evitado pasar por allí, como matrimonio era una asignatura pendiente de recuperación, una herida abierta en nuestro corazón. Y este año, a finales de junio, viajamos a Coruña.

El domingo por la mañana quedamos con Fernando que organizó el homenaje con motivo de la conmemoración a la que no pudimos asistir por la pandemia. El día amaneció con niebla, un día tristón, no era el mejor escenario para lo que queríamos recordar. Nos dirigimos al Club del Mar de San Amaro, allí nos presentaron a Eugenio y a Juan, comprometidos y entregados, como Fernando, a las actividades relacionadas con las personas del mar. Nos encontramos a un grupo de submarinistas, “son Ana y Javier, familiares de uno de los de La Isla”, nos presentaron e intercambiamos saludos agradecidos. Nos explicaron cómo ocurrió el accidente, nos enseñaron la placa con motivo del homenaje; el ancla del barco; y la exposición con documentos y recortes de prensa.

A continuación, nos desplazamos hasta la Torre de Hércules, desde allí nos señalaron las peñas de O Boi y A Vaca entre las que encalló la embarcación. “Esta tragedia dejó un legado muy importante. La falta de medios de salvamento marcó este naufragio. La ciudad se puso de luto, pero siguió luchando”. Tres años después, en agosto de 1973, se estableció en A Coruña la primera base de salvamento de la Cruz Roja en España.

“A partir de esta tragedia se crearon en Galicia los servicios de rescate con material y medios. Acordaros cuando veáis a la Cruz Roja en la playa”

Nos sentimos magníficamente acogidos, con suma delicadeza compartieron explicaciones, interpretación de lo ocurrido y consuelo. Con lágrimas en los ojos nos decían: “Tenéis que estar tranquilos y orgullosos porque a partir de esta tragedia se crearon en A Coruña y en Galicia los servicios de rescate con material y medios. Acordaros cuando paséis por cualquier playa y veáis a la Cruz Roja. Los náufragos de La Isla no murieron en vano”.

También puedes leer —  Protección ante el riesgo laboral por exposición al frío

¡Qué personas nos encontramos, con qué sensibilidad y con qué cariño! Entregadas en su tiempo libre a trabajar con pasión por las personas y sus actividades en el mar, ofreciendo lo mejor de sí mismas en su compromiso por transformar y mejorar la sociedad.

Recientemente, Fernando Patricio Cortizo, ha presentado su libro “Na escuridade das ondas”. Es un homenaje a la Galicia marinera, un recuerdo del naufragio de “La Isla” con sus catorce profesionales del mar que encontraron la muerte.

Es difícil expresar lo que sentimos aquella mañana de domingo con estas personas que nos ayudaron a abrir con emoción, serenidad y madurez estas páginas de nuestra historia personal y familiar. Es una de las experiencias que ha marcado nuestra vida. Gracias, muchas gracias, Fernando, Eugenio y Juan por vuestro testimonio de vida, de justicia y solidaridad. Gracias por sembrar semillas de esperanza en nuestro mundo.

Por la tarde celebramos la Eucaristía en la parroquia de María Auxiliadora que los Salesianos tienen en A Coruña. Un momento muy especial para dar gracias a Dios y para orientar nuestra mirada con esperanza.

“Señor Jesús, que tu Reino sea un hecho en las fábricas, en los talleres, en las minas, en los campos, en el mar, en las escuelas, en los despachos y en nuestras casas… Y que los obreros muertos en el campo de honor del trabajo y de la lucha, descansen en paz”.