Vivienda, inflación y pobreza
En el año 2021 una persona media debía gastar unos 115,3 euros para comprar lo que en 2008 le habría costado cien. Sin embargo, en 2023 para ello necesitaba disponer de 129,6 euros. En otras palabras, la guerra de Ucrania y la inflación asociada a ella dobló en dos años la pérdida de capacidad adquisitiva producida en los 13 anteriores.
Explicar cómo afecta esta situación a los más de 12,7 millones de personas que están en riesgo de pobreza y exclusión en España requiere interesarse por varios aspectos.
En primer lugar, está el asunto de los ingresos. Naturalmente, un crecimiento acompasado de los ingresos permite mitigar los perniciosos efectos de la inflación sobre la calidad de vida de la población; pero ello no ha sucedido, al menos para todas las personas. Por una parte, se ha repetido profusamente la idea del fuerte y sostenido crecimiento de la renta media por persona desde el año 2015, especialmente en los últimos dos años, en que se ha incrementado hasta los 14.082 euros. Sin embargo, esto solo se ha producido en términos nominales. Ahora mismo, como puede verse en el gráfico siguiente, una inflación acumulada del 29,6% desde 2008, supone que la renta nominal de 2023 equivale a 9.914 euros de ese año. Para la media de la población española se han perdido, pues, unos 823 euros de renta en todo el periodo.
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