Firmada una reforma de pensiones de incierto recorrido parlamentario
El último acuerdo para la reforma del sistema de pensiones, alcanzado el último día del mes de julio, ya lleva la firma del presidente del Gobierno y los agentes sociales. Pero no cuenta, al menos todavía, con suficiente respaldo parlamentario para su aprobación, ni siquiera entre los llamados socios de investidura.
El pacto fruto de la mesa de diálogo social sobre Seguridad Social cierra la reforma de pensiones iniciada en 2021 al delimitar los requisitos para el acceso a la jubilación gradual y flexible, la jubilación parcial, la jubilación anticipada por trabajos penosos y los nuevos incentivos para la compatibilidad de trabajo y pensión. Además, recupera el coeficiente multiplicador del 1,5 para mejorar los periodos de cotización de las personas con contrato fijo-discontinuo.
Los sindicatos firmantes defienden este acuerdo por entender que mejora las pensiones, fortalece su sostenibilidad y facilita la transición entre el empleo y jubilación, y mejora la recuperación en caso de patologías traumatológicas con la participación de las mutuas.
Estas modificaciones, en palabras de Unai Sordo, secretario general de CCOO, persiguen “mejorar la regulación y el acceso a la jubilación parcial en todos los sectores de actividad y en las administraciones públicas, al tiempo que mejoramos la calidad del empleo de las personas relevistas que les sustituyen, promoviendo unas mejores condiciones para ese necesario relevo generacional en muchas empresas y administraciones de España”.
El líder sindical considera el pacto como “un nuevo hito del diálogo social”, destacando que se han corregido completamente “las reformas austericidas de pensiones del año 2013” y se ha fortalecido “la estructura financiera de la Seguridad Social”, además de aumentar las garantías sobre la protección social futura a quienes hoy trabajan.
Pero los grupos parlamentario de ERC, Bildu y BNG ya han anunciado que votarán en contra del borrador normativo que plasme el acuerdo, si no hay modificaciones sustanciales, con lo que los votos en contra del PP y Vox harían inviable esta reforma de pensiones. PNV parece dispuesto a apoyarla, mientras que la posición de Junts, vista la votación sobre los alquileres de ayer, es una incógnita muy difícil de despejar.
Con todo, hay partes del acuerdo que saldría adelante al no precisar de la convalidación parlamentaria por tratarse de desarrollos reglamentarios, como los nuevos coeficientes reductores para ocupaciones penosas, el papel de las mutuas, aunque esto dependerá de la firma de convenios autonómicos. En el aire queda la formación de la comisión tripartita de seguimiento de la función de las mutuas, así como los cambios en la jubilación activa y la parcial.
Términos del acuerdo
El acuerdo prevé que la jubilación activa aumente un 4% más de pensión por cada año de demora y un 2% por periodos de seis meses adicionales. Se podrá percibir el 45% de la pensión cuando se accede desde una demora de un año hasta llegar al 100% de pensión si llega a los cinco años.
En el caso de los autónomos, con un trabajador contratado por tiempo indefinido con antigüedad mínima de 18 meses o una nueva contratación, se percibirá un 75%de la pensión. Este porcentaje se incrementará con un 5% anual hasta al alcanzar 100%.
La jubilación parcial podrá aplicarse en todos los sectores a partir de los 62 años, un año de anticipo con respeto a la regulación del Partido Popular en 2013 que puso el límite en dos años, según la carrera de cotización de cada persona, manteniéndose el resto de los requisitos (33 años cotizados, 6 años de antigüedad en la empresa…
A través de la negociación colectiva podrá determinarse la jornada de trabajo que debe realizar el jubilado parcial, de modo que puede concentrarse en un único periodo o hacerlo por años, meses, semanas o días, manteniendo la posibilidad de reducir la jornada hasta un máximo del 75% en los dos últimos años de jubilación parcial e incorporando un nuevo tramo de hasta el 33% para el primer año que se amplía ahora.
Por su parte, el contrato de relevo tendrá que ser indefinido y a tiempo completa, aunque se podrá concentrar la jornada de trabajo de las personas que accedan a la jubilación parcial a través de un acuerdo en el seno del centro de trabajo, pudiéndose además acoger a esta modalidad las personas con contrato fijo discontinuos.
Esta modalidad de jubilación se prorroga en la industria manufacturera hasta el fin de 2029, aunque con la progresiva convergencia de esta modalidad de jubilación con la modalidad general.
En el caso de la jubilación demorada se mantiene el incentivo de incremento del 4% de la cuantía de la pensión de jubilación por cada año adicional de retraso y se añade un incentivo adicional de un 2% por periodos de demora superior a seis meses e inferior a un año a aplicar en el segundo año de demora.
Otro de los aspectos que se han pactado es la mejora en el acceso a las pensiones y sus cuantías de las personas con contratos fijos discontinuos. En estos casos, se multiplicará cada día trabajado por 1,5 a efectos de cotización.
Este acuerdo incluye la modificación del Reglamento para el reconocimiento de coeficientes reductores de la edad de jubilación en actividades con elevados índices de penosidad, toxicidad, peligrosidad o insalubridad, aunque todavía no se ha llegado a concretar.
También se aprueba la posibilidad de suscribir convenios entre las consejerías de Sanidad de cada Comunidad Autónoma con las Mutuas Colaboradoras, ya reflejado en el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva, para ofrecer tratamiento en el caso de las bajas laborales traumáticas. No obstante, las altas, confirmaciones y bajas seguirán correspondiendo al servicio público de salud. El paciente podrá revocar el consentimiento en cualquier momento del proceso.
Por último, el acuerdo recupera el sistema de reducción de las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que hayan disminuido de manera considerable la siniestralidad laboral.
Redactor jefe de Noticias Obreras