Una receta sindical para ganar salud mental en el trabajo
Existe un debate incipiente en el país que vincula los problemas de salud mental a las condiciones de trabajo. Concretamente, según un informe de CCOO, el 43% de estas patologías tienen su origen en el entorno laboral. También nos dicen los datos que 1 de cada 5 trastornos depresivos por motivos laborales puede evitarse desde la participación activa de los representantes de los trabajadores y la prevención de riesgos laborales.
Las trabajadoras y los trabajadores enferman por unas condiciones laborales deshumanizadas y viciadas por patronales de cultura extractiva que, además, castigan la conciliación con la vida personal a través de jornadas incompatibles y extenuantes.
Ante la falta de recursos del sistema público de salud, el abordaje médico de estas situaciones se está canalizando principalmente desde la medicalización, llevando a nuestro país a ser el principal consumidor de benzodiacepinas. Este abordaje obvia la raíz del problema, que no es otro que un sistema de opresión en las relaciones laborales y falta de expectativas, pero que genera un injustificado sentimiento de culpa en el paciente.
Desde CCOO Granada nos planteamos el reto de cambiar la prescripción de medicamentos por la prescripción de participación sindical. Es necesario dibujar un mapa completo de recursos para que, quienes diagnostican la enfermedad, conozcan todas las posibilidades que presenta el entorno sindical para el tratamiento del problema causante de la enfermedad, y la posibilidad que tiene el paciente para enfrentarlo desde una organización como CCOO, con amplio bagaje en el tratamiento de situaciones vinculadas al abuso, acoso, prevención de riesgos psicosociales o simplemente condiciones laborales degradantes.
La precariedad incrementa un 40% las posibilidades de tener problemas de salud mental, paralelamente las empresas confunden la ambición de productividad con exceso de horas, falta de posibilidades de promoción, bajos salarios y presión excesiva, consiguiendo precisamente el efecto contrario a través de la enfermedad. La productividad es menor cuando la mala salud mental se traduce en nerviosismo y ansiedad, depresión, cansancio mental y físico, dificultad para concentrarse y para descansar, o falta de motivación.
En este sentido, CCOO de Granada pretende establecer vías de colaboración con colegios profesionales, sociedades científicas o el propio Servicio Andaluz de Salud (SAS), de forma que llegue al personal facultativo información sobre la opción de aconsejar al paciente participar en una organización cuyo fin es precisamente canalizar los problemas laborales para su transformación desde el apoyo de personas que viven la misma situación, buscando soluciones no exclusivamente legales, sino también de reivindicación, mediación o negociación desde el acompañamiento permanente.
Porque, precisamente, el sentirnos partícipes y protagonistas en una red de protección nos otorga fuerza para afrontar situaciones que tienen una causa objetiva y que parte del desequilibrio de poder. Y es que la capacidad de intervenir colectivamente frente a los abusos nos empodera. El objetivo del sindicato es que el profesional sanitario sepa identificar la raíz del problema y que encuentre en el ejercicio sindical una alternativa para el tratamiento efectivo y duradero de sus pacientes.
Nota: escribo estas líneas plenamente consciente de la merma de salud que sufre el propio personal sanitario, en Atención Primaria, Urgencias u otros servicios, por unas condiciones de trabajo sometidas a la presión constante, con escasez de personal y donde los continuos recortes degradan su situación laboral. Empecemos por cuidar a quienes nos cuidan, y ofrecerles desde aquí la mano tendida del sindicalismo de clase de CCOO.
Secretario general de CCOO Granada