Lola Contreras aboga por la cercanía a la precariedad para dejarse interpelar por ella

La militante hoacista, Lola Contreras, en su intervención en los Cursos de Verano de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), ha planteado cómo reforzar el compromiso de las trabajadoras y los trabajadores cristianos ante la precariedad laboral, empobrecimiento y exclusión del mundo del trabajo

En la introducción ha fundamentado la llamada del Evangelio a “afirmar la dignidad humana en todas las circunstancias” y colaborar en la defensa del “bien común”, para luego describir brevemente las dificultades que atraviesa en estos momentos el mundo obrero y del trabajo.

A su juicio, los tres factores que más golpean a la población trabajadora son la “fragmentación” interna; la “desvinculación social” que fomenta la indiferencia hacia aquellas personas y colectivos que son considerados como diferentes; y la “culpabilización” de las personas pobres sobre su propia situación.

Todo ello propiciado por la adicción al “crecimiento” del sistema económico, la consideración del trabajo desde la “rentabilidad económica” y el “individualismo” feroz de nuestra época.

La militante de la diócesis de Jaén ha recordado cuatro claves fundamentales desde las que este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos entiende que se puede avanzar hacia “una nueva cultura de trabajo”, hacia una lógica más humana de entender las relaciones sociales y laborales: el acompañamiento para estar cerca de las personas vulnerables y dejarse también evangelizar por ellas; la colaboración para “transformar la cultura dominante”; el impulso para “cambiar las instituciones”; y el apoyo a la construcción de experiencias “alternativas”.

Este modo de incidir en la realidad social, especialmente en el mundo obrero y del trabajo y los “barrios ignorados” debe, en su opinión, orientarse a construir “una cultura del cuidado” que incorpore también el cuidado del trabajo.

Contreras ha señalado que para la militancia obrera cristiana, una de las herramientas más útiles de las que dispone en este momento para avanzar en su empeño por humanizar las relaciones labores y defender la dignidad de la persona pasa por la campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida“, que intenta responder personal y comunitariamente a las injusticias del mundo del trabajo, y por la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente, a través de la cual promover una “preocupación sincera por lo que está pasando en el mundo del trabajo” y explorar respuestas conjuntas a los grandes desafíos que vive la población trabajadora cada vez más vulnerable y más fragmentaria.

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Jose Luis Palacios

Redactor jefe de Noticias Obreras