Jóvenes trabajadores cristianos de Europa piden políticas migratorias que eviten la muerte y explotación
Jóvenes trabajadores cristianos de Europa piden cambios en políticas migratorias para evitar la muerte y la explotación de personas que buscan un futuro mejor, al tiempo que refuerzan su apuesta como organizaciones abiertas a jóvenes de todos los orígenes.
La Comisión Europea de la Coordinadora Internacional de la Juventud Obrera Católica (CIJOC) ha emitido un comunicado en el que llama a los políticos, a los medios de comunicación y a los ciudadanos de Europa a introducir “un cambio sólido en las políticas de la UE sobre los movimientos migratorios”.
“Vemos cómo el debate sobre la migración se instala en la política de forma deshumanizada”, han denunciado las organizaciones de personas jóvenes trabajadoras obreras de España, Francia, Inglaterra, Italia, Malta y Portugal reunidas en Turín junto con el Secretariado Internacional de la CIJOC.
“Oímos eslóganes a favor de controlar la inmigración sin preguntarnos cuántas personas mueren en las fronteras”, se lamentan al tiempo que advierten de la propagación cada vez más extendida de “mensajes de odio que ignoran las difíciles condiciones en las que vive la mayoría de las personas extranjera”.
Para las organizaciones de personas jóvenes trabajadoras de diversos países europeos, “se necesita una inspiración humanista y cristiana, que no vea la explotación y la muerte como una respuesta lógica a la miseria que sufren los migrantes”.
Con el papa Francisco, defienden que las personas que se plantean iniciar su proyecto migratorio sean “libres para elegir emigrar o quedarse”; y piden “la aplicación de una dimensión fundamental de los derechos humanos en materia de migración.
Más de 200 jóvenes de movimientos europeos de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) se han reunido para abordar el fenómeno de la movilidad humana con el lema “Migración, en busca de nuevos horizontes” gracias a, entre otras, las intervenciones de jóvenes migrantes.
Las personas asistentes pertenecientes al secretariado Internacional de la CIJOC, JOC de España, JOC de France, YCW of England, GiOC de Italia, ZHN Malta y JOC de Portugal han podido palpar que “la migración es una experiencia muy común para los jóvenes trabajadores de todo el mundo”, dado que “la búsqueda de un futuro mejor, o la simple necesidad de ganarse la vida, impulsa a millones de jóvenes a abandonar sus hogares y lugares de origen”.
Esta movilidad, destacan, también se produce en el interior de cada país, “donde los jóvenes trabajadores se desplazan a menudo de una ciudad a otra y de una región a otra, recorriendo cientos de kilómetros en busca de un destino donde ganarse la vida, desarrollar su vocación y llevar una vida adulta estable”.
Las consecuencias de los desplazamientos dentro y fuera de las fronteras nacionales, resultan bien conocidas para los participantes del encuentro: “abandono de un círculo social y familiar conocido, mudanza, inseguridad económica en un nuevo lugar, soledad no deseada, etc.”
Trabajos extremadamente precarios
La experiencia vital de jóvenes que han abandonado sus lugares de origen confirman que “la emigración no es un viaje agradable”, pues “las dificultades se agravan para las personas procedentes de otros países, con el cambio de idioma, el cambio de cultura y una soledad que a menudo se convierte en rechazo y discriminación”.
A todo ello, hay que añadir el hecho de que “la mayoría de los jóvenes inmigrantes extranjeros están empleados en trabajos extremadamente precarios, sin que se aclare su situación legal en el país de acogida, con salarios cercanos a la esclavitud y en empleos muy desfavorables”.
De ahí que, las organizaciones de jóvenes obreros hayan querido expresar su preocupación por esta situación, al tiempo que exigen “un trato humano y condiciones justas para su desarrollo personal y profesional en nuestros países”.
Estos desafíos también interpelan a los diferentes movimientos de jóvenes obreros, a los que tratan de dar respuesta, inspirados en “Jesús de Nazaret como liberador”. Los movimientos de jóvenes trabajadores cristianos acogen a jóvenes trabajadores que se han desplazado de un país y de un continente a otro en busca de un futuro mejor.
Después de todo, como explicó en la reunión un joven de origen italiano residente de Inglaterra, Famous, migrar supone “recomenzar una vida que será mejor en el futuro, y confiando en Dios durante el proceso”.
La carrera está plagada de obstáculos. Tanto que Anaïs, llegada a Francia cuando era menor de edad se ha llegado a preguntar si “acaso hay que ser un inmigrante perfecto para integrarse con éxito”.
El encuentro de los movimientos JOC de varios países europeos ha servicio para lanzar la invitación a la militancia de cada organización a convertirse en “agentes de acogida, asociaciones y movimientos abiertos a los jóvenes de todos los orígenes”. En buena lógica, también llaman a rechazar “los mensajes de odio y los eslóganes que hacen sentir culpables a los jóvenes trabajadores migrantes”.
Redactor jefe de Noticias Obreras