Proteger e impulsar nuestra diversidad cultural es más necesaria que nunca
En estos días, los 33 partidos y coaliciones que aspiran a estar representados en el Parlamento Europeo han iniciado su precampaña. Prometen muchas cosas. Pero tal vez no estimen tanto la diversidad cultural.
La celebración del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, organizada por la UNESCO cada 21 de mayo, destaca no solo la riqueza de las culturas del mundo, sino también el papel esencial del diálogo intercultural para lograr la paz y el desarrollo sostenible, así como su valía económica, ya que representa el 3,1% del PIB y el 6,2% del empleo a nivel mundial.
Pero cuando hablamos de “cultura” no nos estamos refiriendo solo a las expresiones artísticas de todo tipo. Sino, sobre todo, Cultura se refiere –entre otras cosas– al conjunto de bienes materiales y espirituales de un grupo social transmitido de generación en generación a fin de orientar las prácticas individuales y colectivas. Incluye lengua, procesos, modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos, valores, patrones, herramientas y conocimiento.
El 89% de los conflictos actuales en el mundo se producen en países con escaso diálogo, encuentro y mestizaje intercultural. Por ello, para forjar una sociedad en la que domine la cooperación eficaz y mantener la paz debe ser prioritario reforzar el diálogo intercultural.
La diversidad cultural puede verse a través de diversas manifestaciones: creencias religiosas, música, lenguaje, arte, trabajo y en toda actividad humana. Porque en todo lo que hacemos, las personas reflejamos nuestra cultura como comunidad, sociedad o nación. Y esas características particulares, no solo son hermosas, sino que enriquecen nuestra vida espiritual, moral, afectiva e intelectual.
Pero, además contribuyen en la reducción de la pobreza y son la fuerza necesaria para alcanzar el desarrollo a nivel social y económico. Esta diversidad que viene acompañada de innovación, creatividad y aceptación, nos permite crecer en todos los aspectos. Lo contrario a esto genera conflictos que amenazan nuestro bienestar y nuestra dignidad como seres humanos.
En el 2001, la UNESCO hizo una declaración en la que reconocía la importancia que tiene la diversidad cultural y la manera en que esta se manifiesta, considerándola tan fundamental al género humano como lo es la diversidad biológica en los organismos vivos. La diversidad es un patrimonio común que debemos reconocer y consolidar, sobre todo si tomamos en consideración que nos encontramos ante sociedades diversificadas que deben convivir, participar, intercambiar y garantizar el pluralismo.
Respetar al otro y su cultura, es respetar las libertades y los derechos humanos. Todos tenemos la posibilidad y el derecho de expresar, crear o difundir las obras en nuestro idioma y participar de la cultura que tenemos o hemos escogido. En otras palabras, todos somos parte de este mundo y debemos aceptarnos.
Después de la declaración de la UNESCO, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró, en el año 2003, que el día 21 de mayo se celebraría el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo.
El objetivo de este día anual de sensibilización es que las personas y organizaciones se conciencien para tomar medidas y apoyar la diversidad, el diálogo intercultural y la inclusión, así como combatir los estereotipos y la polarización para buscar el entendimiento y la cooperación de las diferentes culturas.
La diversidad es un patrimonio común que debemos reconocer y consolidar, sobre todo si tomamos en consideración que nos encontramos ante sociedades diversificadas que deben convivir, participar, intercambiar y garantizar el pluralismo.
Respetar al otro y su cultura, es respetar las libertades y los derechos humanos. Todos tenemos la posibilidad y el derecho de expresar, crear o difundir las obras en nuestro idioma y participar de la cultura que tenemos o hemos escogido. En otras palabras, todos somos parte de este mundo y debemos aceptarnos.
Es más: con la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional ha reconocido el papel fundamental que desempeña la cultura como motor del cambio y del desarrollo. La consecución de sus 17 Objetivos no será posible sin el aprovechamiento de la fuerza y el potencial creativo que emanan de la diversidad de culturas de la humanidad y sin un diálogo constante para garantizar que todos los miembros de la sociedad se benefician del desarrollo.
Se trata de un día internacional en el que debemos sensibilizarnos, profundizar e interiorizar personal y colectivamente en los grandes valores de la diversidad cultural:
- Concienciar sobre la importancia del diálogo intercultural, la diversidad y la inclusión.
- Lograr que todas las personas nos comprometamos y apoyemos la diversidad mediante gestos reales en nuestro día a día.
- Combatir la polarización y los estereotipos para mejorar el entendimiento y la cooperación entre las gentes de diferentes culturas.
Todo un programa de acción cultural que nos gustaría ver reflejados en los programas de los candidatos a las muchas convocatorias de elecciones en nuestro continente.
Tal vez, en los extensos programas electorales de los candidatos a un escaño en el Parlamento Europeo no debían faltar alusiones a la protección y defensa de la diversidad cultural.
Doctor en Ciencias Geológicas, experto en Paleontología. Licenciado en Teología
Asociación Interdisciplinar José de Acosta