La campaña por el cuidado del trabajo sigue inspirando a las diócesis

La campaña por el cuidado del trabajo sigue inspirando a las diócesis
FOTO | Flor lozana y marchita de los premios “Quehacer”
“Cuidar el trabajo, cuidar la vida” ha sido el hilo conductor de las actividades, gestos y celebraciones convocadas por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) en las diócesis para celebra su día, en unas jornadas propicias para la acogida sincera, el encuentro fraterno, la reflexión profunda y la convergencia de esfuerzos por unas relaciones sociales más humanas y una organización del trabajo que incorpore la dimensión del cuidado.

La icónica flor de esta campaña que enfatiza la necesidad de promover la cultura del cuidado en las relaciones laborales tomó cuerpo de poliespán, en la diócesis de Burgos, donde la organización diocesana de este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos entregó los  primeros premios buen y mal “Quehacer” a empresarios y trabajadores en una “gala” en la céntrica plaza del Trigo de Aranda de Duero.

Resultaron galardonadas, con la correspondiente ovación, comportamientos como el del sindicalista que volvió a presentarse a las elecciones sindicales a pesar del perjuicio sufrido en su carrera profesional o el empresario que favoreció la conciliación de su plantilla, y abucheados los lamentablemente abundantes descuidos y desplantes a la necesidad humana de tratar con dignidad a la persona trabajadora.

El público asistente, antiguos y actuales militantes, y simpatizantes participó con sus alabanzas y reproches, mientras personas curiosas que pasaban por allí pudieron contemplar la entrega ágil de los premisos, sin discursos largos para no abusar de la atención, haciéndose una ligera idea de lo que allí estaba pasando.

La jornada continuó con la celebración de la Eucaristía en la parroquia de Santa Catalina con un emocionado recuerdo a la histórica militante Eli Rojo, e incluyó también un paseo para contemplar los murales promovidos por la asociación de comerciantes del barrio y una visita a la parroquia de San Juan de la Vera Cruz.

Talleres

La HOAC de Málaga organizó varios talleres ajustados a las edades y preferencias de las personas, entre las que había mayores y niños, que acudieron a la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles.

El público de más edad, incluso quienes presenta más dificultades de movilidad, disfrutó componiendo una canción sobre los cuidados, mientras que el de menos edad, en su mayoría, prefirió expresarse coloreando y dibujando una pancarta en la que dejaron bien claro su esperanza de “Crecer en cuidar el trabajo, cuidar la vida”.

El taller de teatro logró recrear varias escenas inspiradas bien en la dura vida real de algunas personas trabajadoras, como la enferma a la que su empresa perseguía para su incorporación inmediata, bien en la generosa entrega de quienes siguen cuidando al visitar y orientar a compañeros de baja.

Todo este esfuerzo creativo y reflexivo acabó puesto en común para que los diferentes grupos pudieran apreciar el resultado de cada taller, para terminar de muy buena gana bailando juntos para celebrar la hermandad y el compromiso por reconocer el valor del cuidado en la vida de las personas trabajadoras.

Píldoras de cuidados

En Alicante, la reflexión propuesta en torno a la cultura del cuidado en el trabajo fue desgranándose en forma de “píldoras de cuidados”, testimonios y propuestas muy concretas de algunas entidades sociales “repartidas” en los salones de la parroquia Nuestra Señora de los Desamparados en el barrio Colonia Requena de la Zona Norte, cuya comunidad diversa y plural se hizo muy presente.

La asociación vecinal de San Gabriel “recetó” un cambio de mirada al barrio, para entenderlo como extensión de los hogares y escenario a preservar de los muchos atentados medioambientales que sufre, mientras que, desde la Mesa Comunitaria de la Zona Norte, incorporada la sensibilidad religiosa bahaí, ofrecieron prácticas para el servicio común y el protagonismo comunitario. Arquitectura sin fronteras prescribió la escucha al tejido vecinal para proporcionar el adecuado asesoramiento técnico y recuperar espacios urbanos para ponerlos en común.

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Hubo también con un momento de oración, además de una comida fría, elaborada por la comunidad de la parroquia, acompañada de una barra a beneficio de la Juventud Obrera Cristiana (JOC).

La dimensión artística también se hizo hueco en la celebración de Ciudad Real, donde se dieron cita militantes de la HOAC Guadalajara y Toledo, además de los de la propia diócesis, lógicamente, que acudieron para pasar un día en medio de la naturaleza, lo que aprovecharon para hacer “basuraleza”, limpieza de la basura del entorno por el que dieron un paseo, como claro gesto de cuidado del medio ambiente.

La poeta Presen Pérez y el cantautor Ángel Aguas pusieron la nota lírica y melódica a un programa que incorporó momentos para diversas dinámicas y talleres en torno al cuidado del trabajo, así como la celebración de la Eucaristía.

Diversidad de presencias

La diócesis de Madrid se ajustó más al típico formato de ponencia y diálogo en torno a la reflexión de la campaña “Cuidar el trabajo, cuidar la vida”, con la novedad de la intervención del militante de la JOC, Adrián Cervera, técnico de laboratorio, que a modo de contraste compartió la realidad de precariedad de las personas jóvenes.

Los salones de la Parroquia de San Juan de Ávila, en el barrio de Usera, sirvieron también para celebrar la Eucaristía, con emocionado recuerdo a militantes fallecidos, y como improvisado escenario para las dinámicas lúdicas de la tarde.

Igualmente en Córdoba se optó por convocar una charla coloquio amenizada por el militante José Luis Molina, en el Centro de Espiritualidad Betania de la ciudad, a la que acudieron un buen grupo de personas, muchas de ellas de los equipos parroquiales de pastoral obrera, dispuestas involucrarse en la promoción de la cultura el cuidado, que contribuyeron con su participación a fortalecer lazos comunitarios y saborear la acogida, calidez y reconocimiento mutuo que caracteriza las relaciones humanas.

En Ponferrada, la jornada del Día de la HOAC estuvo orientada a favorecer el encuentro con personas migradas, muchas de las cuales han asumido los trabajos de cuidados, en torno a la parroquia de San Pedro, donde se celebró la Eucaristía. La comida compartida se trasladó al Jardín del Sil, cerca del río, favoreciendo el intercambio de olores, colores y sabores propiciado por la variedad de platos de los países de origen de los asistentes.

En Canarias, otra área recreativa, la de Lomo Jurgón de Arucas, en el norte de la Isla de Gran Canaria, se convirtió en el escenario para un encuentro lúdico-festivo con la antigua militancia y simpatizantes hoacistas, con el objetivo de recuperar y estrechar relaciones, además de festejar el compromiso cristiano y el sentimiento de fraternidad.

Las organizaciones diocesanas llevan todo este mes celebrando el Día de la HOAC que sirve de lanzamiento de la campaña por el cuidado en las relaciones laborales y de las personas trabajadoras, con especial énfasis en las dedicadas a los cuidados.

En las diversas convocatorias, se está presentando el contenido del cuaderno que da soporte documental a la campaña, de formas diversas y creativas, junto con actividades para el encuentro y la convivencia, sin descuidar la celebración de la Eucaristía.

Con esta campaña, el movimiento de trabajadores cristianos quiere contribuir a promover un modelo de relaciones laborales que dignifique y cuide a las personas y la creación, en coherencia con la sagrada dignidad humana y la responsabilidad encomendada de conservar y acrecentar la casa común que habitamos.