Justicia y Paz considera un avance el reconocimiento de Palestina, mientras estudiantes universitarios mantienen las acampadas

Justicia y Paz considera un avance el reconocimiento de Palestina, mientras estudiantes universitarios mantienen las acampadas
La declaración de Palestina como Estado realizada por España ha sido considerada por Justicia y Paz como un paso justo y necesario, al igual que los estudiantes acampados que, sin embargo, mantienen su protesta reclamando un mayor compromiso de los rectorados contra la ofensiva israelí en Gaza.

Para el presidente de Justicia y Paz de España, Javier Alonso, el reconocimiento de la existencia del Estado de Palestina, realizado por el Gobierno de Pedro Sánchez, es “un paso en el camino hacia la justicia y la paz”.

La declaración del ejecutivo español, acompasada por la de los gobiernos de Irlanda y Noruega, ha sido “justa y necesaria”, según el presidente de la organización de la Iglesia española en defensa de los derechos humanos y la resolución pacífica de los conflictos, Javier Alonso, quien explica que recientemente las entidades hermanas en Tierra Santa le habían trasladado “el sufrimiento, el dolor y la angustia que están viviendo por todo lo que está ocurriendo ahora mismo”, así como la sensación del pueblo palestino de haber sido “abandonados por Europa y la comunidad católica”.

“Nuestros compañeros de las delegaciones de Justicia y Paz y otras entidades similares en Jerusalén, Gaza y Cisjordania lamentan que Europa solo preste atención al discurso de las autoridades israelíes y se olviden las raíces profundas de la violencia actual”, comentaba Alonso.

“Nunca es buen momento cuando se trata de reconocer derechos”

Preguntado sobre la idoneidad del momento escogido por el Gobierno para proceder al reconocimiento del Estado palestino, el representante de Justicia y Paz responde que “parece que nunca es buen momento cuando se trata de reconocer derechos, aunque nazcan de la dignidad humana común a todas las personas de este mundo, que es lo que al fin y al cabo da legitimidad a las instituciones públicas tanto nacionales como internacionales”.

Aunque admite que esta “no es la solución al conflicto”, entiende el paso dado como “una respuesta diferente” a la violencia que, con más o menos intensidad, lleva más de cien años asolando la región. De hecho, su organización ha condenado reiteradas veces los crímenes cometidos por la organización terrorista Hamás, lo que no le ha impedido denunciar las violaciones cotidianas, no solo durante las ofensivas bélicas, que viene padeciendo el pueblo palestino.

“La paz llegará cuando todas las personas, sean israelíes o palestinas, puedan vivir con normalidad, no tengan miedo a morir de un disparo de un colono ni a ser detenidos en controles policiales, puedan ir a sus trabajos y hacer sus compras con normalidad”, abunda.

En su opinión, la comunidad internacional debería presionar para que ambas partes reconozcan “la igual dignidad común”, lo que parece estar lejos de producirse escuchando “ciertas declaraciones de las autoridades israelíes sobre la firmeza con que defenderán la vida de los niños y niñas de su nacionalidad en contraste con el tratamiento que prestan a los niños y niñas palestinos”.

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Después de todo, recuerda Alonso, esta última ofensiva del ejército israelí se ha cobrado la vida de 35.000 personas, casi mil trabajadores humanitarios, dejando 80.000 heridos y desplazado a dos millones de personas que han huido de sus hogares, mientras se ha destruido el 80% de los comercios y han dejado sin servicio el 60% de los centros de atención primaria, más de la mitad de los hospitales y el 70% de las escuelas.

Finalmente, ha expresado la voluntad de Justicia y Paz por seguir presionando a favor de “la vuelta de los secuestrados por Hamás a sus casas” y “el respeto a los derechos humanos de la población palestina para que pueda vivir con normalidad”. “Seguiremos abogando por la resolución pacífica de los conflictos, a través de la no violencia defendiendo la dignidad de todas las víctimas, a pesar de las dificultades”, ha concluido.

Acampadas universitaria por la paz en Palestina

A raíz de este reconocimiento del Estado palestino, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP), con presencia en 38 universidades, ha señalado, en un comunicado que “las acampadas en favor de Palestina no terminan en la mayoría de universidades pese al reconocimiento”, al considerar que “esto no es suficiente y se deben atender las demandas de los estudiantes de las acampadas”.

Ya son varias las universidades que deciden cortar lazos con Israel en respuesta a las demandas de los estudiantes, la última, la Universidad de Barcelona, que se une a la de Granada, Jaén y Pablo de Olavide. Así, la CREUP señala que “precisamente, si aún siguen existiendo acampadas es por “la falta de reuniones y colaboración por parte de las autoridades universitarias”, por lo que pide a las universidades que “consideren las demandas de sus estudiantes para llegar a acuerdos, al igual que lo han hecho las universidades anteriormente mencionadas”.

El reconocimiento de Palestina “es algo necesario” para la CREUP, que entiende que “el resto de países deben seguir la misma línea”. Sin embargo, no es suficiente, matiza. Esta entidad pide a las universidades españolas “que no se amedrenten tras la respuesta de las universidades israelíes y continúen atendiendo las demandas de los estudiantes acampados”.