Pobreza y vulnerabilidad en Korogocho
El asentamiento informal (suburbio) de Korogocho se encuentra en el distrito de Kasarani, a 11 km al noroeste del distrito de negocios central de la capital de Kenia, Nairobi.
Korogocho limita con Dandora, que es el principal vertedero de la ciudad y se asienta en una formación rocosa entre la reserva del río Gitathuru, en el norte, y la reserva del río Nairobi en el sur del asentamiento del suburbio.
Korogocho empezó con los trabajadores de la cantera en los años 60 mientras que el modelo de asentamiento actual se formó durante los 80, cuando atrajo a residentes desalojados de las áreas centrales. Una lista facilitada por el Programa de Modernización del Suburbio de Korogocho (PMSK) muestra que Korogocho tiene 10.581 hogares, con una población de 34.152 personas viviendo en un área de 0,53 km2 de la ubicación administrativa de Korogocho. La ciudad de Nairobi tiene unos 200 suburbios, que son asentamientos informales, desarrollados espontáneamente y no planeados de forma oficial. La falta de reconocimiento formal y oficial niega a las personas los servicios esenciales, llevándolas al aislamiento socioeconómico y a la vulnerabilidad. Así, Korogocho tiene una alta densidad poblacional rozando la aglomeración y a la falta de espacios abiertos porque los hogares comparten un mínimo de tierra disponible para la vivienda y el negocio. La mayoría de las casas están hechas, principalmente, de latas de aceite recicladas mientras otras lo están de barro y zarzo. El tipo y la calidad de la vivienda varía dependiendo de los ingresos y el estatus de seguridad de la propiedad. La mayoría de las personas de Korogocho viven en un denso conjunto de chabolas carentes de instalaciones sanitarias, carreteras, luz y seguridad.
En Korogocho, el agua potable es escasa y poco fiable y la mayoría de los habitantes dependen de los kioscos de agua privada que por un contenedor de plástico de 20 litros pagan 10 y 20 kes (0,06 y 0,12 dólares). Solo el 41% de los residentes pueden obtener agua a menos de 100 metros de sus casas. La gente de Korogocho padece de un deficiente saneamiento medioambiental, baja cobertura de retretes y una falta de sistemas de alcantarillado y drenaje lo que contribuye a la baja calidad de sus vidas. La mayoría de las enfermedades comunes en Korogocho son de la piel, dolencias respiratorias, diarrea y fiebres tifoideas que se deben a la falta de agua y a un mal saneamiento e higiene. El vertedero de Dandora, el más grande de la ciudad de Nairobi, está cerca del saneamiento de Korogocho y provoca enfermedades respiratorias que empeoran la salud de sus habitantes debido a la congestión y el uso de queroseno y carbón para cocinar.
La pobreza entre la gente de Korogocho contribuye a la insuficiente e inadecuada nutrición empeorando, de esta manera, su vulnerabilidad a una pobre salud. Según la Evaluación de la Pobreza del Banco Mundial, en Kenia, las personas consideradas pobres gastan el 70% de sus ingresos en alimentos y el 20% más pobre gasta más. Esta cantidad es significativa, especialmente cuando consideramos los precios de los alimentos esenciales como la harina de maíz que ha subido drásticamente, casi a doblado su precio desde 2021. Por ejemplo, un kilo de harina de maíz subió de 120 kes a 270 kes. Esta exorbitante subida de precio, unida a un descenso de los ingresos, ha empeorado la situación de pobreza en el país, dificultando a muchos el acceso a productos de primera necesidad.
La vida de los pobres que viven en asentamientos urbanos informales está especialmente afectada por el aumento de los niveles de pobreza. Según el jefe de la localidad de Korogocho, es común encontrar un hogar de más de cinco personas que comparten solo un plato de comida al día. El suburbio de Korogocho tiene altas tasas de prevalencia del VIH. Sin comida, las personas seropositivas corren un gran riesgo, puesto que los antirretrovirales no hacen efecto, ya que hay que tener una dieta adecuada mientras se usan. Según un residente, tomar antirretrovirales con el estómago vacío es peligroso y te sientes mareado durante todo el día y la noche. Este riesgo contribuye a otro: la farmacoresistencia. La vulnerabilidad ha llevado a algunas adolescentes a la prostitución para obtener algún ingreso y poder comprar comida para su familia. Las adolescentes se ven atrapadas en el círculo de pobreza que aumenta la tasa de embarazos de adolescentes, abandono escolar, aumento de los incidentes del VIH, aumento de las familias de la calle y de la inseguridad.
En respuesta, el Movimiento de Trabajadores Cristianos- Kenia (MTC-K) promueve el trabajo decente y refuerza la cohesión social entre los habitantes de Korogocho. El MTC-K forma a adolescentes y mujeres vulnerables para que adquieran habilidades que las conviertan en agentes positivos de la transformación social. MTC-K mejora la justicia social para una economía de la vida a través de la adquisición de habilidades para que las adolescentes que luego trabajan y consiguen ingresos para mejorar su bienestar.
Vicepresidente nacional del MTC Kenia