Dolor en Sevilla por la muerte de un joven trabajador vecino de San José de la Rinconada

Dolor en Sevilla por la muerte de un joven trabajador vecino de San José de la Rinconada
La muerte de un joven trabajador de 24 años de la empresa del sector aeronáutico Sofictec en Carmona, Sevilla, al parecer, aplastado por el engranaje de la máquina de estiraje que estaba manipulando, ha vuelto a poner el foco de atención en la dura realidad de la siniestralidad laboral.

Militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) de Sevilla se hicieron presentes en el funeral del joven trabajador fallecido, como muestra de apoyo a los padres, hermana y pareja, además de transmitirles las muestras de pesar de la Iglesia de Sevilla y ofrecerse a acompañar a la familia en lo que pueda demandar en este duro trance.

Por lo pronto, el próximo jueves 22 de febrero, a las 18 horas, en la plaza Virgen de los Reyes de Sevilla, delante del palacio arzobispal, este movimiento de trabajadores cristianos ha convocado una concentración y vigilia en recuerdo del fallecido, en solidaridad con su familia y en reivindicación de una mejor y mayor vigilancia de la seguridad y salud en el trabajo.

Del mismo modo, la Asociación de Víctimas de Accidentes y Enfermedades Laborales de Andalucía (AVAELA) ha expresado su solidaridad con los afectados y su total disposición a prestar su experiencia y sus servicios si así se lo solicitan.

Este ha sido el primer siniestro laboral con resultado de muerte en la provincia de Sevilla en este año y el segundo en Andalucía, tras la muerte de otro trabajador en Torredonjimeno (Jaén), al precipitarse del techo en el que se encontraba limpiando unas placas solares.

En España, entre enero y noviembre de 2023, murieron 535 trabajadores, 82 de ellos atrapados, aplastados o amputados por una máquina, otros 362 trabajadores sufrieron lesiones graves y 18.436 lesiones leves al operar con algún tipo de ingenio mecánico.

El pasado martes, a las 6:45 horas, a punto de terminar su turno de noche, el joven trabajador quedó atrapado por el engranaje de la maquinaria, teniendo que ser trasladado de urgencia al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde no pudieron más que certificar su muerte. El joven apenas llevaba mes y medio trabajando con un contrato en prácticas para esta compañía ubicada en el parque logístico de la localidad sevillana próximo a la A4, según algunos testimonios.

“Se juegan la vida por miedo a perder el curro”

El suceso ha llamado la atención, tal vez por la edad del trabajador, por la dramática forma en que ocurrieron los hechos, por la reacción primera de la empresa que ordenó continuar como si nada o por los comentarios de este “drama cotidiano” denunciado por el secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, o por todas estas razones juntas.

También puedes leer —  Semana trágica para la vida de los trabajadores

El sindicalista aclaraba, además de describir el calvario que se abre ahora para la familia del trabajador muerto, que Sofitect es “una empresa en la que se ha perseguido durante años cualquier intento de organización sindical”, al tiempo que destacaba que “el 99% de accidentes mortales ocurren en empresas no sindicalizadas”. Como “nadie vigila desde dentro cómo se trabaja”, al final, “los perfiles más precarios son obligados a ejercer tareas sin formación ni equipos de protección adecuados. Se juegan la vida por miedo a perder el curro”, comentaba Aristu.

Según la versión recogida en los medios de comunicación, tras llevarse al joven al hospital, el lugar donde tuvo lugar el siniestro fue limpiado, las personas trabajadoras que entraban de mañana tuvieron que cumplir su jornada y los compañeros del turno del fallecido, algunos de los que acudieron a auxiliarle, volvieron a la noche siguiente.

El sindicato CGT convocó el 1 de febrero una concentración frente a las puertas de la fábrica en solidaridad con los allegados y compañeros de la víctima y en repulsa por la falta de medidas eficaces contra los riesgos laborales. También CCOO de Sevilla tiene previsto organizar una demostración de duelo y denuncia en la localidad en la que vivía el trabajador fallecido.

La investigación del siniestro acaba de arrancar con las pesquisas de la Inspección de Trabajo, la Guardia Civil y los técnicos de prevención de riesgos de la Junta de Andalucía. Harán falta meses para contar con un informe aproximado de lo ocurrido, en el que, a modo de indicios, se establezcan posibles fallos y responsabilidades. Pero pasarán años hasta que los tribunales se pronuncie definitivamente para determinar la “verdad judicial”.

Las principales cuestiones que deben dilucidarse son cuáles eran los mecanismos de seguridad y prevención de los que disponía la máquina y en qué estado se encontraban, qué tipo de formación en riesgos laborales había recibido el joven fallecido y cuál era el grado de cumplimento del preceptivo plan de prevención de esta empresa que cuenta con cerca de 300 trabajadores.