La opción por la HOAC con tres empleos del hogar
La peripecia de sufrimiento de Nohemi Choxom Ajche no es peor que la de otras personas migrantes, reconoce ella misma. Una diferencia puede ser su implicación en un grupo de iniciación a la HOAC de la diócesis de Bilbao.
Cuenta que un día tuvo «la suerte» de ser invitada a una reunión de un grupo más amplio de gente que colaboraba en las tareas de una parroquia de Las Arenas-Getxo, en Bilbao, en la que también estuvimos Javi, Casilda y yo.
Nohemi tiene 43 años de edad, es originaria de Totonicapán, en Guatemala, está casada desde hace veinte años, con tres hijos, Gabriela ya fallecida y dos chicos vivos de 18 y 13 años, respectivamente, que están con su padre en Guatemala en un pueblo pequeño llamado Amatitlán.
Es maestra, pero nunca ejerció su profesión; trabajó en su país de origen en el servicio doméstico y en la empresa empacadora Embutidos Toledo, muy conocida en Centroamérica.
Trabajaba a turnos y era muy pesado, por lo que dejó su trabajo y pasó en el paro el último año antes de viajar a España.
Su marido es albañil maestro de obra, sin embargo, los ingresos familiares eran escasos, por lo que hace seis años, más o menos, un familiar que vive en España la motivó para que viajara con la esperanza de incrementar sus ingresos.
Su anhelo pasaba por poder costear los estudios de sus hijos y contribuir con los gastos familiares, incluido los de su padre, mayor dependiente.
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Militante de la HOAC de Bizkaia
