La Juventud Obrera Cristiana prepara el final de su campaña “¿Quedamos?” contra los mensajes de odio
Tras más de dos años de dedicación a promover “la cultura del encuentro frente a la cultura del odio”, la Juventud Obrera Cristiana (JOC) prepara ya el acto final de su campaña, donde presentará las conclusiones y experiencias recabadas por sus delegaciones, así como un llamamiento a fomentar espacios para acoger la diversidad.
La campaña “¿Quedamos? Mensajes que separan. Encuentros que construyen”, que arrancó en 2022, ha servido, en primer lugar, para combatir muchos de los discursos que fomentan la violencia, el desprecio y la división, y en segundo lugar para defender los valores y principios que unen a las personas y la sociedad.
El propio papa Francisco, en Fratelli tutti, expresaba que “una persona y un pueblo sólo son fecundos si saben integrar creativamente en su interior la apertura a los otros” y llamaba “a ir más allá de esas reacciones primarias, porque “el problema es cuando esas dudas y esos miedos condicionan nuestra forma de pensar y de actuar hasta el punto de convertirnos en seres intolerantes, cerrados y quizás, sin darnos cuenta, incluso racistas”. De ahí su apuesta por “desarrollar una cultura del encuentro, que vaya más allá de las dialécticas que enfrentan”, como “un estilo de vida”, sabedor de que “la vida es el arte del encuentro, aunque haya tanto desencuentro por la vida”.
Durante la campaña, la JOC ha tratado de sensibilizar, educar y evangelizar, siendo “portadores de la cultura de encuentro, y diálogo, testigos de la Buena Noticias de la justicia y de la paz; ser la voz de las personas últimas; cambiar la realidad de odio y polarización; tomar postura frente a los mensajes de odio desde la propuesta; ser artesanos de encuentro y diálogo, de la mano de Fratelli tutti.
Los equipos de militantes de la JOC, y las personas jóvenes de su alrededor, han tenido la ocasión de debatir para encontrar el factor común que hay detrás de los discursos de odio y poder proponer actitudes, hábitos y compromisos que refuercen la cultura del encuentro. Cada diócesis, as su manera, ha realizado encuestas, ha recogido testimonios y ha fomentado la reflexión y el dialogo, también entre parroquias y organizaciones juveniles, para elaborar sus propias conclusiones.
Este proceso de análisis les ha permitido identificar aquellos discursos que promueven abiertamente la violencia, favorecen el desprecio y dañan la dignidad de las personas, llegando a cuestionar los Derechos Humanos, a pesar de que “al principio ha sido difícil reflexionar sobre el tema, ya que la mayoría de las veces, como jóvenes no nos planteamos cuanto nos influyen los mensajes de odio”.
Sin embargo, las personas jóvenes que han participado en este proceso han constatado que existen “personas y agentes que rompen el diálogo y la razón, arremetiendo además contras las personas más desprotegidas. Como si un virus, se infiltra en la calle, en la escuela, en las redes sociales e incluso en el grupo de amigos, por no hablar de instituciones como los partidos políticos, los medios de comunicación o las asociaciones deportivas”.
Desgraciadamente, se consolida la existencia de sectores sociales que “ven en la diversidad, una amenaza en vez de una oportunidad” por lo que se está normalizando “la falta de empatía y respeto”, hasta llegar a inventar enemigos en las personas diferentes y negar la realidad, con lo que se quiere imponer el silencio ante las injusticias, según los testimonios recabados, que además advierten de que, a menudo, se exacerba la envidia y el rencor para sostener estos discursos de odio contra alguna minoría concreta hasta que se extiende a más personas vulnerables que acaban siendo objeto directo de la violencia.
“La campaña de la JOC es un proceso prolongado, esta ya supera los dos años desde el momento en el que los responsables la concibieron y puede parecer que va lenta con respecto a la fugacidad de los temas de actualidad, pero en este tiempo el tema ha ido cobrando fuerza”, comenta el presidente de la JOC, Francho Gracia.
“Los mensajes de odio parecen haberse instalado”, reconoce Gracia, que ha visto cómo las actividades realizadas en barrios de de Zaragoza, Córdoba, Alicante…, han valido para comprobar que “este tipo de discursos afectan a jóvenes trabajadores y migrantes”.
En esta etapa conclusiva de la campaña, el presidente la JOC confía en “las delegaciones diocesanas sigan trabajando el tema antes de venir al acto final en Madrid; y porqué no, que este acto tenga repercusion de vuelta a las diócesis”.
De momento, afirma Gracia, “sabemos que los militantes están muy motivadas, y esperamos que sea una oportunidad para conectar con aquellos jóvenes preocupados por el tema, y ojalá, caminar hacia otras acciones locales…”
Madrid acoge el acto final de campaña
El acto final de campaña se celebra el 2 de marzo en el Colegio Salesiano de Carabanchel, que acogerá durante todo el día una jornada abierta a quienes quieran participar, en la que la JOC diocesana de Madrid coordinará las actividades lúdicas, reivindicativas y celebrativas diseñadas por el resto de las delegaciones diocesanas.
Se espera que acudan unos 200 jóvenes provenientes de diversas diócesis del país donde está presente esta organización de jóvenes obreros cristianos, además de otros jóvenes simpatizantes, representantes eclesiales y sociales.
Esta previsto que las personas asistentes realicen un recorrido para profundizar en la realidad juvenil de los barrios de Carabanchel y Aluche, próximos al centro salesiano, y reivindicar mejoras en la convivencia entre personas jóvenes, para terminar en el intercambiador de transportes de Aluche, cercano al centro de internamiento de extranjeros (CIE). Aquí se dará lectura al manifiesto final de la campaña “¿Quedamos?“ que quiere hacer llegar el mensaje a toda la ciudadanía madrileña de que el encuentro con los demás es la mejor vacuna contra el odio que tanto está afectando hoy en día a las personas jóvenes.
La jornada concluirá con una velada, conciertos y música, en el polideportivodel colegio Salesianos.
Redactor jefe de Noticias Obreras
