Por la paz y frente a la guerra

Por la paz y frente a la guerra

¡El mundo ha perdido su conciencia! Expresión espontánea de un palestino en la zona de guerra de la Gaza ocupada tras un día más de horror y sufrimiento.

 

¿Hasta cuándo persistirá la necesidad de una reforma sustancial en las Naciones Unidas, la instauración de una Constitución Mundial vinculante sin excepciones y la aplicación real y universal de un “no a la guerra”? ¿Dónde reside la ingenuidad?

¿En la utopía de estas tres propuestas o en creer que el mundo puede encontrar soluciones sin ellas? Esta es una petición especial dirigida a las Naciones Unidas, a los líderes religiosos de las tres religiones abrahámicas y a los pueblos del mundo.

Situaciones trágicas, como la de Gaza, y otras realidades bélicas o crisis humanitarias graves en diferentes lugares del mundo (Ucrania, Yemen, países africanos en guerra, entre otras) plantean preguntas fundamentales que han surgido a lo largo de la historia en escaladas bélicas de gran envergadura (las dos guerras mundiales anteriores y la actual, “a trozos”, como la describió acertadamente el papa Francisco) o crisis mundiales graves, ya sean imprevistas (como la pandemia de Covid) o previsibles (hambrunas y fenómenos naturales que generan muertes y exilios masivos debido al grave irrespeto hacia nuestra madre naturaleza).

En primer lugar, surge la pregunta sobre un Orden Mundial verdaderamente representativo de la voluntad mayoritaria de los pueblos del mundo, materializado en ese “nosotros los pueblos hemos decidido” con el que comenzó la Declaración Fundacional de la ONU después de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, ni la Liga de las Naciones tras la Primera Guerra Mundial ni la ONU tras la Segunda Guerra Mundial lograron este objetivo desde el momento en que establecieron un Consejo de Seguridad no representativo de la voluntad mayoritaria de la Asamblea General, y mucho menos con el poder de veto, como evidenció recientemente Estados Unidos al vetar un alto el fuego en Gaza, contrario a la mayoría de la Asamblea General.

La estructura actual de la ONU no permite la realización del principio de “nosotros los pueblos”, como han señalado expertos como Ferrajoli. Este jurista italiano propone la creación de una Constitución Mundial que vaya más allá de la Declaración de Derechos Humanos y las estructuras actuales de la ONU.

A su vez, el pacifismo internacional parece haber perdido fuerza desde la movilización mundial en contra de la invasión estadounidense en Irak. Karen Armstrong señala que los fundamentalismos religiosos tienen su origen en el miedo a la aniquilación propia, y hoy en día, el genocidio en Gaza representa la deuda ajena que los palestinos pagan por la persecución histórica que los judíos sufrieron en Europa.

A los líderes, especialmente a nivel mundial, de opciones religiosas o espirituales, en particular a los líderes de las tres religiones de origen abrahámico (judíos, musulmanes o cristianos), les solicitamos que respalden públicamente y, si es posible, de manera conjunta, las siguientes demandas:

  • En relación con el genocidio en curso en Gaza, pedir un alto al fuego inmediato y el fin de la ocupación israelí de Gaza, junto con la entrega total de rehenes por parte de Hamás y de presos políticos por parte de Israel. Asimismo, condenar de manera clara la violación flagrante de los derechos humanos y del derecho internacional en Gaza por parte de Israel, así como la que tuvo lugar el 7 de octubre en Israel por parte de Hamás.
  • Reconocer el respeto a los territorios palestinos reconocidos como tales por las Naciones Unidas y condenar cualquier atentado o acoso a los mismos. Pedir también el respeto a los territorios reconocidos por las Naciones Unidas como pertenecientes a Israel y condenar igualmente cualquier atentado o acoso a los mismos.
  • Incluir en la misma declaración la desaparición en la ONU del derecho a veto y abogar por una redefinición de las atribuciones y composición del Consejo de Seguridad, de acuerdo con la decisión mayoritaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Reconocemos que estamos solicitando una refundación de las Naciones Unidas respaldada por la mayoría de los grupos religiosos del mundo que defienden los valores más sagrados de la humanidad. Sin embargo, ¿qué razón o motivo, ya sea humano o religioso, debería frenar esta petición?

A la ciudadanía en general, les pedimos que el próximo mes de enero de 2024 esté marcado por múltiples acciones por la paz en todo el mundo, que incluyan los mismos objetivos expresados en las tres demandas anteriores. Especialmente sugerimos incorporar estas peticiones a las actividades del 24 de enero, Día Internacional de la Educación, y el 30 de enero, Día Escolar de la No Violencia y la Paz.

A los vecinos de Jérez del Marquesado, y en general del Marquesado del Zenete y Guadix, los invitamos a tener cinco minutos de silencio y/o oración compartidos en algún día de enero que convocaremos oportunamente.