Francisco emplaza “a ser prójimos de todos los caminantes de nuestro tiempo”

Francisco emplaza “a ser prójimos de todos los caminantes de nuestro tiempo”
Los participantes del sínodo sobre la sinodalidad realizaron este jueves un “Momento de oración por los migrantes y refugiados” en la plaza de san Pedro. “Estamos llamados a ser prójimos de todos los caminantes de nuestro tiempo, para salvar sus vidas, curar sus heridas y aliviar su dolor”, subrayó el papa Francisco.

Durante ese momento de oración en el sínodo sobre la sinodalidad, el papa Francisco pronunció una reflexión en la que destacó la relevancia de la parábola del Buen Samaritano. El pontífice expresó su gratitud a san Lucas por haber transmitido esta parábola, que considera una clave fundamental para transformar un mundo cerrado en uno abierto y para avanzar de un mundo en guerra a uno en paz y está ampliamente referenciada en la encíclica Fratelli tutti.

Francisco relacionó esta parábola con la situación de los migrantes y refugiados, a quienes vio representados en una gran escultura en el lugar. “Esta tarde la hemos escuchado pensando en los migrantes, a quienes vemos representados en esta gran escultura: hombres y mujeres de todas las edades y procedencias”, dijo.

Momento de oración por los migrantes y refugiados. Vía Vatican News

Haciendo eco de la peligrosidad del camino de Jerusalén a Jericó en la parábola, el papa Francisco señaló las condiciones igualmente precarias de las rutas migratorias actuales. El camino que conducía de Jerusalén a Jericó no era una vía segura, como tampoco lo son hoy las numerosas rutas migratorias que atraviesan desiertos, bosques, ríos y mares”, señaló.

El Papa destacó la difícil situación de los migrantes, preguntándose: “¿Cuántos hermanos y hermanas se encuentran hoy en la misma condición del caminante de la parábola? ¿Cuántos son asaltados, despojados y golpeados a lo largo del camino?”

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Acoger, proteger, promover e integrar

Al describir la necesidad de actuar con compasión, el Papa apuntó al Evangelio sobre la necesaria actitud de aquel samaritano. “Dice que vio a aquel hombre herido y se conmovió (v. 33). Y la compasión es la huella de Dios en nuestro corazón”. En ese sentido, Francisco enfatizó la importancia de seguir el ejemplo del Buen Samaritano y volvió a recordar la acción comprometida hacia los migrantes en cuatro verbos: “acoger, proteger, promover e integrar”.

Finalmente, el Papa hizo un llamamiento a ampliar los canales migratorios regulares y promover una orientación común y corresponsable en el control de los flujos migratorios y abogó por hacer los caminos más seguros para las migrantes, combatiendo las redes criminales que explotan sus sueños y proporcionando rutas más seguras.

El momento concluyó con una oración por todos los migrantes y refugiados y un momento de silencio en memoria de aquellos que han perdido la vida en diversas rutas migratorias.