Organizaciones sociales reclaman otro modelo agroalimentario
Más de un centenar de personas pertenecientes a más de 50 organizaciones sociales, ambientales, de consumidores y agrarias se reunieron este domingo en la plaza del Arco del puente de Córdoba durante la visita de los ministros de Agricultura de la Unión Europea a la mezquita de la ciudad. La concentración tenía un propósito claro: exigir un sistema alimentario más justo, sostenible y respetuoso con el mundo rural.
Al término de la concentración, 50 activistas llevaron a cabo una impactante acción simbólica al modificar la iluminación del icónico puente romano de la ciudad con plantillas en forma de frutas y hortalizas, al mismo tiempo que proyectaban una pancarta en los muros de la Mezquita. Su mensaje era claro: es hora de un cambio radical en el modelo agroalimentario.
En un contexto de crisis climática y ecológica global, el modelo agroalimentario industrializado y globalizado, basado en la explotación de la naturaleza y las personas, ha demostrado su vulnerabilidad. La pandemia de la COVID-19, la guerra de Ucrania y las sequías prolongadas han resaltado esta fragilidad.
Las organizaciones sociales han reivindicado que las políticas europeas se orienten hacia la agroecología, la soberanía alimentaria y el feminismo como las únicas alternativas capaces de alimentar a la población de manera saludable, socialmente justa y ambientalmente respetuosa. Además, han instado a los ministros y ministras de la UE a emplear todos los recursos disponibles para garantizar que esta transición sea justa tanto para las personas como para el planeta, asegurando así el futuro del campo y sus habitantes.
Por un modelo agroecológico
La reunión de los mandatarios en Córdoba tenía como título “Las nuevas tecnologías para una agricultura más sostenible y resiliente”. Las organizaciones sociales aprovecharon esta ocasión para hacer un llamado a la implementación de políticas públicas que promuevan un modelo agroalimentario basado en la agroecología y la soberanía alimentaria, dejando de lado las falsas soluciones. Las pancartas con mensajes como “Nos plantamos, por un modelo agroalimentario justo y sostenible”, “Stop glifosato” y “Agroecología para enfriar el planeta” fueron evidencia de su determinación.
Los colectivos presentes enfatizaron la importancia de respaldar las granjas pequeñas y medianas con enfoques agroecológicos que mantengan vivo el mundo rural. La industria y la distribución deben garantizar precios justos tanto para los productores como para los consumidores. Esto implica apoyar los canales cortos de comercialización y promover normativas e infraestructuras públicas para la transformación agroalimentaria a pequeña y mediana escala.
Ante la emergencia climática y de biodiversidad actual, las organizaciones también demandaron políticas públicas en defensa del territorio frente a macroproyectos, como ciertos megaparques para la producción de energía renovable, los monocultivos a gran escala o la ganadería industrial. Estos proyectos afectan a las poblaciones rurales y ponen en peligro el funcionamiento de los ecosistemas, el suelo, el agua, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que proporcionan. Asimismo, urgieron a poner fin a la precariedad laboral en el sistema agroalimentario industrializado, un problema que afecta especialmente a personas migrantes y mujeres, y que representa un desafío para la dignidad rural.
Redacción de Noticias Obreras.