Las armas nucleares, una amenaza para la paz y una inmoralidad

Las armas nucleares, una amenaza para la paz y una inmoralidad
El Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares sirve de recordatorio del peligro que supone la existencia de estos arsenales para la paz y la seguridad mundial. España sigue sin ratificar el Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares.

Hace unos días, el papa Francisco ha reiterado que “un mundo libre de armas nucleares es posible y necesario”, en un mensaje dirigido al cardenal Peter Turkson, de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, y a los participantes en la Conferencia Internacional conmemorativa del 60 aniversario de la encíclica Pacem in Terris de San Juan XXIII. De nuevo, volvió a proclamar que “el uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, como inmoral es la posesión de armas nucleares”.

En su mensaje, el Papa denunciaba que “el momento actual tiene un inquietante parecido con el período inmediatamente anterior a la Pacem in Terris”, y con la crisis de los misiles de Cuba, que en octubre de 1962 puso al mundo al borde de una “destrucción nuclear generalizada”.

Desgraciadamente en los últimos años, continuaba explicando, las armas nucleares han crecido en número y potencia, y también han aumentado otras tecnologías bélicas, del mismo modo que está en peligro el consenso sobre la prohibición de las armas químicas y biológicas.

Según el informe de 2022 del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), existen en la actualidad 12.512 ojivas nucleares, 3 844 desplegadas y 8.668 almacenadas o en espera de ser desmanteladas.

El Pontífice afirmaba que “sigue siendo crucial la labor de las Naciones Unidas y de las organizaciones afines para sensibilizar a la opinión pública y promover medidas normativas adecuadas”.

La misma Comisión General de Justicia y Paz lleva años trabajando con el fin de sensibilizar contra el uso de armas nucleares y se ha adherido a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN).

También se ha incorporado, junto con la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, la red española de investigación por la paz AIPAZ y el Centre Delàs a la campaña para pedir la adhesión de nuestro país al Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN).

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Además, impulsa una campaña, a la que se ha unido la HOAC y numerosos obispos, para coordinar los esfuerzos dentro de la Iglesia española para reforzar la petición al Gobierno para que se una definitivamente al acuerdo internacional para prohibir las armas nucleares

Ya en 1968, se abrió a la firma el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), que entró en vigor el 5 de marzo de 1970. Sin embargo, a finales de marzo de este año, el presidente ruso Vladimir Putin anunció la intención de Rusia de desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia.

El último tratado de desarme nuclear aún vigente entre Rusia y EEUU, START III se encuentra en suspenso, mientras que Corea del Norte mantiene su propio programa nuclear y los acuerdos para controlar la nuclearización de Irán (JCPoA por sus siglas en inglés) se encuentran estancados o en retroceso.

Aunque el Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares (TPAN), firmado por 120 países y ratificado en la actualidad por más de 90 países, entró en vigor en enero de 2021, ni las grandes potencias nucleares, ni ningún otro país de la OTAN, lo han firmado.

España se adhirió al TNP en 1987 y, como parte de la Iniciativa de Estocolmo sobre el Desarme Nuclear, apoya la propuesta de medidas graduales para avanzar en la senda del desarme recogidas en el documento Stepping Stones ,según el sitio oficial Departamento de la Seguridad Nacional. Pero sigue sin ratificar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN).