La HOAC reitera su compromiso con la compasión, empatía y caridad política con los trabajadores migrantes

La HOAC reitera su compromiso con la compasión, empatía y caridad política con los trabajadores migrantes
En el marco de la celebración de la Iglesia de la 109 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, recuperamos la resolución de la reciente Asamblea General de Militantes de la HOAC, donde se hace un llamamiento a convertirnos en “samaritanos colectivos” ante el fenómeno de las migraciones.

Este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos, reclama “soluciones justas” para hacer frente a “la situación de vulnerabilidad y sufrimiento de las personas migrantes”, que pasan por “promover políticas migratorias que respeten los derechos humanos y garanticen la dignidad y seguridad de los migrantes”, además de reforzar “a cooperación internacional y el trabajo conjunto”, para abordar las causas profundas de la migración y encontrar soluciones sostenibles.

La HOAC realiza un llamamiento “a la compasión, a la empatía y a la caridad política”, por lo que refuerza su disposición a “brindar apoyo y asistencia a los migrantes que llegan a nuestras comunidades”, entendiendo que “la integración y la acogida son fundamentales para construir un “nosotros inclusivo y solidario”, según esta resolución.

Un nosotros cada vez más grande

Este movimiento de la Iglesia española llama a “construir puentes” que “fomenten la cultura del encuentro” en aras de un “un nosotros cada vez más grande”. De este modo, será posible “construir juntos nuestro futuro de justicia y de paz, asegurando que nadie quede descartado”, según subrayan.

“No somos indiferentes a la deshumanización de nuestras fronteras, a las devoluciones en caliente, a los centros de internamiento de extranjeros, a la explotación laboral, a la débil respuesta de acogida”, destacan en esta posición, resultado de su asamblea, en el que además se insiste en que se trata de “personas trabajadoras migrantes que conviven y construyen junto a cada uno de nosotros el país dónde vivimos y cuya realidad es ‘un escándalo social de la humanidad’”.

“En ocasiones, se les trata como una amenaza o como “otros”, lo que puede llevar a la negación de su humanidad y dignidad”, se manifiesta en la resolución que advierte que “los discursos de odio y de rechazo, alimentados por opciones políticas y medios de comunicación, generan hostilidad hacia ellos, en lugar de “acoger, proteger, promover e integrar” en nuestras sociedades”.

Acoger, promover, proteger e integrar

La HOAC, en línea con el llamamiento de la Iglesia universal impulsado por el papa Francisco, asume la necesidad de “acoger solidariamente a las personas migrantes, reconociendo su dignidad intrínseca y sus contribuciones a nuestras comunidades”; al tiempo que llama a todos los trabajadores y trabajadoras cristianas a promover una cultura de encuentro en sus lugares de trabajo y en la sociedad en general y a la Iglesia española en particular a que “impulse su compromiso pastoral de migraciones, con las diócesis, y de manera transversal con otras pastorales, como puede ser la del trabajo”.

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Igualmente, plantea “la urgente necesidad de facilitar la integración sociolaboral de los trabajadores migrantes en España”, reclamando al Gobierno “una regularización extraordinaria de personas trabajadoras migrantes”, y a los empresarios, el respeto de los derechos laborales de los trabajadores migrantes. Finalmente, la HOAC ha expresado su rechazo a los centros de internamiento de extranjeros (CIE), solicitando “su cierre inmediato y definitivo”.

“Instamos al Gobierno y a la Unión Europea a establecer políticas migratorias humanas e inclusivas. Abogamos por la creación de vías legales y seguras de migración, así como por una mayor cooperación y responsabilidad compartida entre los países europeos para hacer frente a los desafíos migratorios, desde la perspectiva de la justicia social que pasa necesariamente por situar en el centro de las decisiones a las personas”, se puede leer en esta resolución.

La Iglesia en España ha celebrado esta jornada Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, insistiendo en el mensaje del papa Francisco sobre el derecho a no tener que emigrar, el derecho a permanecer en la propia tierra. con numerosos actos en la diócesis, parroquias y comunidades. 

El pasado sábado, en vísperas de la jornada, el arzobispo de Madrid, José Cobo, participó en una concentración organizada en las inmediaciones del Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche para denunciar que “no podemos criminalizar la migración ni meter en la cárcel a nadie que no ha cometido ningún delito”, y reclamar “más sensibilidad al Estado” para evitar que haya “personas de primera y de segunda”.

También el papa Francisco, en su visita a la ciudad de Marsella, para asistir a los “Encuentros Mediterráneos”, volvió a pedir medidas para garantizar “la salvaguardia de la dignidad humana” facilitando mecanismos legales y seguros para las personas migrantes