Los obispos peruanos llama al diálogo ante la jornada de protesta de hoy

Los obispos peruanos llama al diálogo ante la jornada de protesta de hoy
Ante el anuncio de la “Tercera toma de Lima”, que se espera convoque a miles de ciudadanos de diversas regiones del país para hoy 19 de julio en la capital, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana ha hecho un llamamiento al diálogo a la gran familia peruana, un diálogo entre todas las sangres”, para no promover la indiferencia egoísta ni la violencia destructiva.

“El Gobierno peruano, en todas sus instancias, tiene la imperiosa obligación de escuchar al pueblo peruano y no ser ajenos a sus urgentes necesidades y justos reclamos, porque no hay democracia sin presencia y participación de la población”, reza el comunicado.

La Presidencia del Episcopado Peruano, integrados por Miguel Cabrejos, presidente; Pedro Barreto, primer vicepresidente, y Carlos García, segundo vicepresidente, señala que “es momento de unirnos para buscar el bien común de todos los peruanos”. “¡Seamos constructores de paz, progreso y esperanza!”, remarca el pronunciamiento.

Se estima que al menos 13.000 personas acudan a la capital peruana este 19 de julio para formar parte de la “Tercera toma de Lima”, una convocatoria de manifestaciones masivas contra el Gobierno de Dina Boluarte.

Desde la dirección del episcopado peruano recuerdan que el derecho a la protesta está garantizado en la Constitución, además de ser un pilar fundamental de la democracia, al tiempo que advierten que la violencia y el vandalismo, vengan de donde venga, deslegitima cualquier movilización.

La reacción del Gobierno ha incrementado el clima de tensión social. A pocos días de la convocatoria, un proyecto del Ejecutivo que contempla elevar los delitos en estado de emergencia espera ser debatido en el Congreso. Por su parte, el Ministerio del Interior también ha lanzado un plan de despliegue policial en la capital, con el supuesto objetivo de evitar el ingreso de personas vinculadas a organizaciones delictivas en el contexto de las protestas.

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El descontento social contra el Gobierno de Boluarte acompañó a la presidencia desde el inicio del mandato, luego de la destitución del expresidente Pedro Castillo. Asimismo, el 15 de junio pasado, la gobernante anunció que descartará la posibilidad de adelantar las elecciones, extendiendo su mandato hasta 2026.