Un encuentro para tejer comunión y fraternidad
Bajo el lema “Tejer vínculos de fraternidad en el mundo obrero y del trabajo”, celebramos el Día de la HOAC.
El sentido que ha tenido esta convocatoria a lo largo de los años, ha sido dar a conocer el movimiento de una forma festiva y comunitaria para que otras personas quieran incorporarse y juntos trabajar para llevar a Jesucristo al mundo del trabajo.
Otro de los objetivos, es denunciar una forma de vida que anula a la persona, reduciéndola a elemento consumidor y proponer otra forma de ser y estar en el mundo, enraizada en las tareas que nos hemos propuesto comunitariamente, porque nos sentimos llamados a “tejer” junto con nuestros hermanos y hermanas buscando la justicia y dignidad para todas las personas.
Dice el papa Francisco en Fratelli tutti: “La vida subsiste donde hay vínculos, comunión, fraternidad” (núm. 87).
Estamos llamados, siguiendo las palabras de Francisco, a colaborar para romper la indiferencia y transformar la realidad. Ayudar a descubrir que las reivindicaciones son un deber de justicia para la sociedad, son los derechos de las personas que nacen de su dignidad.
Se trata de construir vínculos comunitarios, en el barrio, en el trabajo. Implicarse junto con las personas en las reivindicaciones que intentan retomar el protagonismo en la gestión de los bienes comunes cuyo fin, en muchos casos, las instituciones públicas han olvidado.
Porque estamos llamados a ser protagonistas y no meros espectadores de la vida política. Hemos de poner en valor el trabajo de distintas organizaciones que buscan esto mismo, haciendo propuestas y planteando movilizaciones en torno a ellas.
Debemos compartir con las personas que más sufren en su dignidad, en sus derechos sociales y familiares. Sentir con ellas y acompañar sus luchas. Reconocer que su primer derecho es ser tenidas en cuenta, que nos importan, que nos comprometemos con ellas para que su vida se desarrolle de una manera digna.
Todo esto a la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia, como militantes de la HOAC siendo Acción Católica para la Pastoral Obrera, centrando nuestro quehacer en la dignidad del mundo obrero y del trabajo.
Porque tenemos la tarea de tender puentes entre la Iglesia y el mundo del trabajo, de tejer esos vínculos al interior de la Iglesia, de manera que muchos cristianos sientan que su compromiso creyente también está ahí, en la realidad del mundo del trabajo más empobrecido, situándonos en el lugar de los vulnerados y excluidos, dando visibilidad a su situación.
Y siempre con la mirada puesta en Jesús, el obrero de Nazaret, que se acercaba a las personas despertando inquietudes y deseos, que se sentaba a hablar sin prisa, que compartía mesa y fiesta.
Presidente de la HOAC de Córdoba