El Círculo de Silencio de Málaga reclama condiciones dignas para los trabajadores migrantes

El Círculo de Silencio de Málaga reclama condiciones dignas para los trabajadores migrantes
En este Círculo de Silencio se abordó la realidad de “explotación y las condiciones de vida vulnerables de los trabajadores migrantes”.

Con motivo de la reciente celebración del Primero de Mayo, este miércoles se realizó un nuevo Círculo de Silencio en Málaga. Convocado por la Pastoral de Migraciones de la diócesis y dinamizado por la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) en la plaza de la Constitución, el tema sobre el que se ha sensibilizado ha sido el trabajo decente para las personas migrantes y refugiadas y la “lucha por los derechos humanos y la justicia social”.

En la lectura del texto, recordando el mensaje del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, se expuso la situación de explotación y las condiciones de vida vulnerables de los trabajadores migrantes. Subrayaron que, si bien la migración ha sido un fenómeno histórico, las razones han cambiado hacia la búsqueda de condiciones de trabajo decentes debido a la prevalencia del trabajo precario y los salarios bajos, que son particularmente extendidos en los países en desarrollo.

En el Círculo se denunció que las personas trabajadoras migrantes a menudo son objeto de extorsión por parte de grupos mafiosos, que les prometen una vida mejor, pero en cambio les dejan una existencia inestable y empobrecida. Las instituciones políticas son incapaces de responder efectivamente a la situación, ya que la búsqueda de beneficios económicos prevalece sobre los principios éticos de la dignidad humana y la solidaridad.

Se enfatizó la necesidad de un cambio hacia una cultura de inclusión y fraternidad, que reconozca la igual dignidad de todas las personas, independientemente de su origen, afiliaciones políticas o religiosas. El objetivo final debería ser crear condiciones de trabajo decentes para las personas trabajadoras migrantes, donde no se reduzcan a meras mercancías en el mercado laboral.

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Finalmente, se abogó por una política de transformación social, que capacite a los migrantes para convertirse en agentes de su propio destino y aliente a las personas a trabajar hacia una sociedad más digna y justa.