Los sindicatos proponen subir los salarios y dar a conocer los beneficios empresariales para afrontar la inflación

Los sindicatos proponen subir los salarios y dar a conocer los beneficios empresariales para afrontar la inflación
Ante la subida de los precios, los sindicatos reclaman acuerdos salariales para afrontar la carestía de la vida e incluso la creación de un observatorio de los márgenes de beneficio de las empresas.

En febrero, la inflación experimentó un aumento interanual del 6%, una décima más que en enero, fundamentalmente por la subida histórica de los alimentos, que fue del 16,6%. La inflación estructural, la tasa subyacente también se incrementó una décima más respecto a enero, alcanzando una variación anual del 7,6%, la más elevada desde diciembre de 1986.

El encarecimiento anual de algunos productos básicos ha sido enorme. Así, el azúcar aumentó su precio un 52,6%, el aceite de oliva, un 33,5%, la leche entera, un 33,2% y los huevos, un 28%.

Estos datos, en opinión de las organizaciones de trabajadores y consumidores demuestran que las reducciones en el IVA de los alimentos no están teniendo el impacto esperado. También la electricidad ha repuntado, aumentado un 12,6% en términos mensuales.

“Las empresas siguen sacando tajada del contexto inflacionista actual, aumentando los márgenes y cosechando beneficios desproporcionados a costa del bolsillo de la clase trabajadora”, denuncia UGT que se apoya en informes del Banco Central Europeo o la Comisión Europea que identifican los beneficios empresariales como los principales causantes de la espiral inflacionista.

CCOO califica la subida de los precios de los alimentos como “galopante” y considera que hay un “enquistamiento de la inflación”, además de señalar que las empresas están aprovechando la situación generada por la guerra en Ucrania y el aumento de la renta de los hogares –por la creación de empleo, la política fiscal expansiva y el ahorro acumulad–, no solo para trasladar todos sus costes a precios –lo cual ya es un comportamiento inflacionista–, sino también para elevarlos por encima del aumento del crecimiento de los costes laborales y de la energía y materias primas”.

Subida de sueldos y publicación de los beneficios empresariales

UGT destaca “la necesidad imperiosa de aumentar los salarios” más de lo que lo están haciendo. Los sueldos pactos en convenio han subido, hasta el mes de febrero el 2,9%, 3,2 puntos menos que la inflación general y 4,8 menos que la inflación subyacente.

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Este sindicato reclama un gran acuerdo salarial que traslade parte de los excedentes empresariales al conjunto de los trabajadores y trabajadoras, al tiempo que recuerda que junto a CCOO han elaborado una propuesta de incremento salarial para el próximo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2022-2024, con subidas salariales del 5% en 2022, del 4,5% en 2023 y del 3,75% en 2024, junto a la inclusión en los convenios colectivos de una cláusula de revisión salarial.

Por su parte, CCOO exige al Gobierno la creación de un Observatorio de los Márgenes de Beneficio de las Empresas, en línea con el anuncio del Gobierno que publicará individual y mensualmente los márgenes de beneficios de las grandes empresas que forman parte de la cadena alimentaria, con el fin de evitar la inflación procedente de los beneficios empresariales y monitorizar el compromiso alcanzado con el segmento de distribución minorista de alimentos para contener el precio de una cesta de la compra de productos básicos de calidad.

En nuestro país, los márgenes de beneficios sobre ventas están en niveles históricamente altos según los registros tributarios. Y según el Banco de España ya se sitúan por encima de su nivel prepandemia en la mayoría de sectores, según se observa en las estimaciones de Contabilidad Nacional.

Este sindicato ha pedido que se publique información de los márgenes de beneficios empresariales para cada convenio colectivo de trabajo sectorial con el fin de facilitar la contención de los precios y posibilitar un reparto justo de este esfuerzo colectivo”.

Exige, asimismo, que para aquellos sectores más inflacionistas, como el de la cadena alimentaria y la energía se publique información individualizada para las grandes empresas. Esta información es pública –aunque en la coyuntura solo se puede conocer a través de los registros fiscales–, pues procede de las cuentas económicas que las empresas están obligadas a depositar en el Registro Mercantil que tiene carácter público.