Más comercio justo para combatir el cambio climático
“El sistema de comercio mundial necesita una transición urgente hacia prácticas sostenibles” ha advertido la directora ejecutiva de la Organización Mundial del Comercio Justo, Leida Rijnhout, que pide contemplar la dimensión social de la transición ecológica.
El cambio climático está amenazando la producción de alimentos. De no poner freno al calentamiento global, el rendimiento de la agricultura mundial podría disminuir en un 30% de aquí a 2050, según una investigación reciente de Oxfam.
La situación todavía puede llegar a ser más desesperada en ciertas regiones del planeta, como el África meridional. El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola estima que la producción de maíz, trigo, mijo, guisantes y otros productos en ocho países de la región podría descender hasta un 80%. En el caso del café, la superficie apta para su cultivo se podría reducir en un 50% de aquí a 2050.
Apoyo a las pequeñas organizaciones agrícolas
El 95% de las explotaciones de todo el mundo está compuesta por pequeñas organizaciones agrícolas, que producen un tercio de los alimentos que se consumen a nivel mundial, y hasta el 80% de la producción agrícola de los mercados en vías de desarrollo.
Por ello, el responsable de cambio climático de Fairtrade Internacional y uno de los asistentes a la COP27, Juan Pablo Solís, ha explicado que “no podemos esperar que las pequeñas organizaciones agrícolas, que ya de por sí viven una situación de pobreza y vulnerabilidad y a quienes se les pagan precios muy bajos por su producción, asuman todo el coste de la transición ecológica”.
Además, ha recordado que “los países ricos deben cumplir el compromiso de los Acuerdos de París y alcanzar los 100.000 millones de dólares de financiación para ayudar a las comunidades más vulnerables a combatir una crisis que no han provocado”.
La falta de medidas y apoyo a las pequeñas organizaciones agrícolas agravará aún más la inseguridad alimentaria y los problemas de sostenibilidad de las ciudades. La falta de oportunidades, junto con la dificultad de contar con ingresos estables y dignos, empuja a la población rural a abandonar el campo. El Banco Mundial estima que de aquí a 2050, 143 millones de personas de América Latina, África subsahariana y Asia meridional.
“Según cálculos del FIDA los países en desarrollo necesitarían entre 180.000 y 300.000 millones de dólares anuales para acciones de adaptación al cambio climático”, ha explicado Alberto Abad, presidente de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.
El pago de precios dignos y estables, la remuneración salarial adecuada, y la formación y asesoría contribuyen a que las organizaciones agrícolas emprendan la transición ecológica con garantías. El comercio justo se ha demostrado como un modelo comercial respetuoso con el medioambiente y con una vida digna para sus trabajadores y trabajadoras.
De ahí que las organizaciones de Comercio Justo acudan a la Cumbre del Clima que comienza el 7 de noviembre en Egipto, para exigir que se incremente la financiación para que las pequeñas organizaciones agrícolas puedan combatir el cambio climático, entre otras demandas.
Redactor jefe de Noticias Obreras