Francisco a la Acción Católica: “Muestren que existe otra posibilidad de convivencia, de relaciones humanas, de trabajo, de amor, de poder y servicio”

Francisco a la Acción Católica: “Muestren que existe otra posibilidad de convivencia, de relaciones humanas, de trabajo, de amor, de poder y servicio”
“Rezo para que puedan hacer de este período un tiempo de gracia, con la audacia de saber escuchar, la serenidad para poder discernir y el coraje para anunciar con la vida y desde la vida”, ha dicho el papa Francisco a la asamblea del Foro Internacional de Acción Católica (FIAC). En el nuevo secretariado general elegido está representada España.

La intervención del papa Francisco se ha producido en la asamblea del Foro Internacional de Acción Católica (FIAC), realizada durante este fin de semana en Roma. La Asamblea es el órgano principal del Foro y se reúne cada cuatro años.

Forman parte de ella, como miembros, todas las asociaciones y las federaciones de movimientos de Acción Católica, entre los que se encuentra la Acción Católica Española, cuya características son sus dos ramas, la General y la Especializada. Ambas, han asistido a la asamblea, donde se han compartido las distintas realidades continentales de la Acción Católica, sus prioridades y dificultades, así como dialogar sobre los retos para esta etapa.

La participación de la Acción Católica Española, en este espacio de diálogo y deliberación, ha contado con una representación encabezada por Eva Fernández, en representación de la Acción Católica General (ACG); y por Clara Fernández-Merino, en representación de la Acción Católica Especializada, a la que pertenecen los movimientos Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (FRATER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Juventud Estudiante Católica (JEC), Juventud Obrera Cristiana (JOC), Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos (MJRC), Movimiento Rural Cristiano (MRC) y Profesionales Cristianos (PX).

En el orden del día se ha abordado la elección de un nuevo secretariado general. El nuevo formato ha permitido elegir a siete países –a su vez, nombrarán a los siete laicos– para integrar este órgano de representación, de comunicación, de propuesta de iniciativas y de realización de las decisiones de la Asamblea. Concretamente han sido elegidos por el continente asiático, Filipinas, con el 23% de los votos; por Europa, España, con el 17% de apoyos de la asamblea; por América, México, con el 16% de los votos; por el continente africano, Senegal, con el 11% de los votos. Más las organizaciones fundadoras de la FIAC, Argentina, Italia y Burundi, que son miembros de pleno derecho,.

En la primera reunión de este secretariado general, las presidencias de cada uno de los movimientos de AC elegidos en esta asamblea, elegirán a su vez a la persona que realice las tareas de coordinación de la FIAC. La Acción Católica Española está representada en el secretariado general por Eva Fernández, de la ACG, y Maru Megina, de la AC Especializada.

Ser signo de esperanza

En la clausura del encuentro ha intervenido el papa Francisco. En su mensaje, ha felicitado y animado a quienes se han asumido el compromiso de animar la misión de la Acción Católica y anunciar el Evangelio durante el próximo periodo. Continúan el camino iniciado hace más de 30 años, por el cardenal Eduardo Pironio quien “intuyó la necesidad de crear este foro para que la vida de la Acción Católica contribuyera al desafío de la nueva la evangelización, enriquecida con la peculiaridad de cada lugar y cultura”, ha recordado.

La tarea de la FIAC para este periodo se desarrolla en un contexto de gran dificultad. El Papa ha indicado que “las secuelas sociales de la pandemia, así como las personales, siguen marcando el ánimo y la mirada frente a la vida y el futuro de muchos”.  Un impacto pandémico que “ha reavivado el individualismo de una salvación a medida; sin olvidar el azote de la violencia entre países y hermanos que van socavando el deseo de una fraternidad universal”.

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Sin embargo, Francisco ha llamado a afrontar este tiempo de dificultad para convertirlo en tiempos de esperanza. “¡Qué importante en la vida es ser signo! Pero no un signo vacío o de muerte, sino un signo de luz comunicador de esperanza. La esperanza es capaz de superar las dificultades, las desavenencias, las cruces que se presentan en la vida cotidiana”, ha subrayado.

Ha recordado el tiempo que está transitando la Iglesia “en el cual necesitamos que el espíritu sinodal se vaya arraigando en nuestro modo de ser Iglesia; esto significa el ejercicio de caminar juntos en la misma dirección”, ha aseverado.

“Hombres y mujeres de la escucha” activa

En este sentido, ha pedido a la Acción Católica internacional que animen a sus grupos en las diócesis a caminar con este espíritu sinodal que implica “aprender a escucharnos, reaprender el arte de hablar con el otro sin barreras ni prejuicios, incluso y de un modo particular, con quienes están fuera, en el margen, para buscar la cercanía, que es el estilo de Dios”.

El Papa ha exhortado al nuevo secretariado general a ser “hombres y mujeres de la escucha”. Le ha pedido que escuchen a personas concretas, en sus realidades, “en sus gritos silenciosos expresados en sus miradas y en sus clamores profundos”. “Escuchen con oídos abiertos a la novedad y con un corazón samaritano”, ha dicho.

También que escuchen “los latidos de los signos de los tiempos, la Iglesia no puede estar al margen de la historia”, sino que “está llamada a escuchar y ver los signos de los tiempos, para hacer de la historia con sus complejidades y contradicciones, historia de salvación”. Para que la Iglesia “vitalmente profética, desde los signos y los gestos, que muestren que existe otra posibilidad de convivencia, de relaciones humanas, de trabajo, de amor, de poder y servicio”, ha reclamado.

Francisco les ha pedido escuchar la voz del Espíritu que “nos libra de obsesionarnos con las urgencias, y nos invita a recorrer caminos antiguos y siempre nuevos: los del testimonio, la pobreza y la misión, para liberarnos de nosotros mismos y enviarnos al mundo”. “Es la escucha activa que nos marca el ritmo de trabajo; es la inhalación necesaria para ser una Iglesia que respira misioneramente. Así lo hizo la Santísima Virgen, porque escuchó, se puso de pie y caminó para ir a servir. Rezo para que puedan hacer de este período un tiempo de gracia, con la audacia de saber escuchar, la serenidad para poder discernir y el coraje para anunciar con la vida y desde la vida”, ha concluido.