Soñemos juntos, salir mejores

Soñemos juntos, salir mejores

Salir mejores.
Una hoja de ruta de emergencia
Jesús Sanz Abad (coord.)
Ediciones HOAC 2022. 254 págs.

Apunta Jesús Sanz en la introducción del libro que lo que se ha pretendido es confluir las miradas más académicas y las de profesionales sobre el fenómeno de la pandemia para permitirnos ver con «luces largas» lo que la COVID-19 ha supuesto en nuestras vidas.

La pandemia ha sacado a la luz realidades ya existentes como la desigualdad, el gasto en armamento, el terrorismo, la emigración, el malestar social, la incertidumbre. Ya sabemos todo lo que ocurre en el mundo, sobran datos y conclusiones, «la incertidumbre ahora no es tanto sobre el qué, sino sobre el cómo, el quién y el hasta cuando» (Centro de Análisis de Relaciones Internacionales, CIDOB).

Ha sido como abrir un ventanal cerrado durante mucho tiempo. Asomarnos y ver qué ocurría fuera de nuestro modo de vida, nos ha pillado por sorpresa. Habíamos dando por sentado muchas certezas y resultó que no eran tales. Era más fácil no saber, no conocer, no enterarnos, no reclamar, no reivindicar.

Todas las personas hemos sufrido de un modo u otro al «bicho», como lo llamaban los más pequeños. Nos hemos sentido perdidas, enfadadas, dolidas, desilusionadas. Hemos experimentado tantos sentimientos que nos hemos paralizado y nos cuesta volver a los ritmos de vida anteriores. Nos parece imposible recuperar la ilusión, la esperanza y la fe en el ser humano y en su capacidad de no repetir los errores.

Que un grupo de académicos y profesionales compartan sus reflexiones nos da aire. No todo está perdido. Las linternas nos ayudan a caminar, no a correr. Caminar es ir poniendo la mirada en lo que hay alrededor, cuidar dónde se pone el pie para no dañar y no dañarnos.

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Este libro nos trasmite que es posible vivir despacio para fijarnos en señales que hemos ignorado y que nos permiten hacer una lectura de los efectos que tienen nuestras decisiones. Nuestros cambios de vida tienen repercusión. Somos hijos e hijas de nuestra época, hemos recibido una herencia que vamos contaminando y en nuestras manos está como la pasaremos a la otra generación. Hemos experimentado durante la pandemia que nos necesitamos, que lo más valioso es cuidarnos y dejar que nos cuiden. Lo importante y necesario de tocarnos, de sentir a la otra persona.

Y podemos hacerlo mejor, si sabemos de dónde venimos y a dónde nos lleva el camino que transitamos. Nos dirán que somos idealistas, soñadores, soñadoras.

¡Que soñar no es de niños, soñar es de valientes! «Atreverse a soñar otro mundo más allá de la infamia», decía Eduardo Galeano. «Soñemos juntos», dice el papa Francisco, «porque en este momento no alcanzan el cerebro y las manos, necesitamos también el corazón y la imaginación: necesitamos soñar para no volver atrás. Soñemos juntos, porque fueron precisamente los sueños de libertad e igualdad, de justicia y dignidad, los sueños de fraternidad los que mejoraron el mundo».