El arzobispo de Sevilla se muestra a favor de la justicia salarial

El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, llama a recompensar el trabajo “como corresponde”, procurando, además, que “pueda ser desarrollado en condiciones óptimas para la salud y bienestar del trabajador”.

En su carta pastoral de este domingo, el prelado, en línea con la reclamación de la Confederación Sindical Internacional, defiende la justicia salarial, ante la próxima celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del 7 de octubre, precisamente en un momento en que las organizaciones empresariales y de trabajadores de nuestro país mantienen serias diferencias para determinar las subidas salariales por convenio.

Saiz Meneses recuerda que “el trabajo es un derecho de todos los hombres y mujeres, propio del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios”, por lo que afirma que “debe de ser ejercido siempre con honradez y rectitud, evitando toda práctica ilícita o inmoral que perjudique al prójimo y ofenda a Dios Creador”.

Es por ello, por lo que al reclamar decencia para el mundo del trabajo, entiende que afecta tanto a la persona trabajadora, siendo “competente y responsable en su labor”, como a la figura del empleador, de la que dice, “ha de proceder con justicia en cuanto a las condiciones laborales, es decir, conforme a la verdad, recompensando el trabajo como corresponde y procurando que éste pueda ser desarrollado en condiciones óptimas para la salud y bienestar del trabajador”.

El titular de la diócesis sevillana, en su mensaje a los fieles, matiza que por la dignidad intrínseca al trabajo, que además de una dimensión social, tiene también una dimensión sobrenatural, no puede considerarse trabajo digno aquel que “atenta contra el medio ambiente o es causa de pobreza para sociedades más desfavorecidas que la nuestra, dificultando la vida y el desarrollo de sus habitantes por el solo hecho de aumentar los beneficios”

También se detiene en destacar la trascendencia del trabajo, más allá de la remuneración, ya que “con nuestro trabajo, además de garantizar nuestro sustento y buscar el justo progreso de empresarios y trabajadores, hemos de procurar atesorar donde la polilla no corroe ni hay ladrones que puedan sustraer lo que con tanto esfuerzo hemos conseguido”.

Igualmente hace un llamamiento a que trabajadores y empresarios busquen modos en los que “los beneficios de su trabajo repercutan directamente en el desarrollo de aquellos que han tenido menos oportunidades”. En concreto propone “el desarrollo y puesta en práctica de programas para la formación e incorporación de los jóvenes a la vida laboral, tan difícil en estos tiempos”. Entre otras razones, porque “para los jóvenes es un derecho inalienable poder sustentarse con su trabajo, de modo que puedan acceder a una vivienda y unas condiciones de vida dignas”.

Concluye su misiva, invitando a celebrar la Jornada Mundial por el Trabajo Decente como agradecimiento “por el don precioso del trabajo, que tantos beneficios nos aporta y que hace brillar nuestra dignidad como seres creados a imagen y semejanza de Dios”; pero también para pedir que “que el mundo de la economía y el trabajo se organicen de modo que pueda haber trabajo para todos, y pueda haber justicia salarial”.

Jose Luis Palacios

Redactor jefe de Noticias Obreras