Los líderes sindicales reclaman subidas salariales para no empobrecer más al país
Los sindicatos han reabierto la batalla por los salarios en este inicio de curso que viene cargado de negros presagios, especialmente, para los trabajadores, las trabajadoras y sus familias, que, crisis tras crisis, ven empeorar su condiciones de vida.
Para que no haya dudas, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, lo ha dejado bien claro en este artículo publicado por elDiario.es: “nuestro gran caballo de batalla es la justa lucha por el aumento de salarios –en general– y, además el aumento, comprometido por el Gobierno, del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”.
Su colega en CCOO, Unai Sordo, en el mismo medio, habla también de que la dinámica actual en la que los precios suben mientras los salarios siguen perdiendo capacidad de compra “debe corregirse a costa de beneficios empresariales”. “En otro caso, nuestro país será más pobre, más desigual y corre riesgo de instalarse en un escenario de crecimiento débil e inflación alta”, afirma el secretario general del otro gran sindicato de nuestro país.
Los salarios no están causando la inflación
Una vez más, como ya es costumbre cada vez que la economía entra en zona de turbulencias, los sacrificios se reparten de manera muy desigual. La inflación se ha disparado también por “el traslado de esta situación a los precios finales en la mayoría de empresas para mantener sus márgenes y beneficios”. O dicho más claro: “la inflación de segunda ronda no la están generando los salarios, sino los beneficios empresariales, apunta Álvarez.
Sordo completa la afirmación: “las empresas están repercutiendo una buena parte de los costes que sufren a precios al consumo” y para sostener esta declaración añade que “los sectores energéticos han incrementado sus márgenes de beneficio por unidad producida en un 60% en el último año (46,5% en la Eurozona). También han visto ampliamente mejorados sus márgenes los sectores financieros y los manufactureros (estos últimos el 7,4% frente al 1,3% de la Eurozona según datos de Eurostat)”.
Desde luego que va a ser necesario un gran esfuerzo para controlar los precios, pero en el actual contexto, afirma Álvarez, “subir los salarios es ya una necesidad económica y social de primer orden”. De no hacerlo, “se castiga el consumo interno”, es decir, las infinidad de empresas de pequeño y mediano tamaño que operan en nuestro mercado interior, van a notar todavía más una fuerte disminución de los servicios y productos que ofrecen. Es lo que permite al sindicalista denunciar que “lo que no se entiende es por qué la patronal sigue negando a las personas trabajadoras que puedan recuperar poder adquisitivo o, al menos, que no sufran una flagrante pérdida del mismo de forma tan inmediata, hecho que castiga el consumo interno y frena la economía”.
“Nuestra máxima prioridad, por tanto, es esta lucha por el aumento de salarios, en la negociación de los convenios colectivos; y, también en la subida del SMI a 1.100€ que aún debe hacer el Gobierno de España, tal y como prometió, porque no hay que dejar atrás a las personas que menos cobran en este país”, insiste el secretario general de UGT.
Los sindicatos reclaman al Gobierno una actuación decidida a la hora de aumentar el salario mínimo interprofesional. “No tiene sentido decir por la mañana que no vamos a dejar a nadie atrás y por la tarde que las personas de este país van a perder un 5% de poder adquisitivo”, advierte Álvarez. Después de todo, como recuerda “el SMI afecta a 3,5 millones de personas que tienen muchos problemas, que lo están pasando realmente mal y que tienen que ver aumentado su nivel de vida tras la crisis que hemos pasado”.
En el mismo sentido se ha manifestado, Sordo quien llama al Gobierno, a que “utilice todas las herramientas a su disposición en materia fiscal y materia de precios, para garantizar un reparto equitativo de los costes de la inflación”.
La CEOE se levantó hace 4 meses de la negociación en la que se intentaba llevar a un acuerdo salarial global. Rechazó de plano la propuesta sindical de subir los salarios el 3,5% para este año, el 2,5% en el año 2023 y del 2% para el 2024, además de establecer una cláusula de revisión salarial anual para que las personas trabajadoras puedan recuperar ese poder adquisitivo, incluso que no sea toda la recuperación entera el primer año, si no diferida. El resultado es que el salario pactado por convenio solo ha subido un 2,8% mientras que en España tenemos una inflación que sobrepasa del 10%.
Sordo defiende el planteamiento sindical, explicando que “de esta manera conseguíamos incrementos salariales paulatinos que evitasen incidir en una inflación de segunda ronda, y mantener el poder de compra de los salarios a lo largo del ciclo económico, teniendo en cuenta que en los próximos años es previsible que baje la inflación”.
El líder de UGT reitera que “no se puede permitir es que los esfuerzos siempre tengan que hacerlo los mismos, que la balanza siempre se incline hacia el mismo lado” y que confiesa que “apostamos por el diálogo, pero si la otra parte se cierra en banda, nos tendrán en las calles”.
Es necesaria la corresponsabilidad
Sordo, por su parte, reclama a la CEOE que vuelva a la negociación, aunque eso sí, matiza que “para que el diálogo social dé resultado es necesaria la corresponsabilidad. Esa que brilló con luz propia en la pandemia, pero que ahora brilla por su ausencia ante la actitud patronal. Desde CCOO emplazamos a CEOE y CEPYME a recuperar una negociación fructífera que derive criterios sobre incrementos salariales a los cientos de convenios por negociar en nuestro país”.
El líder de CCOO termina con contundencia: “la clase trabajadora no puede volver a ser la pagana de una crisis de precios que ni remotamente ha provocado”.
Redactor jefe de Noticias Obreras