Trabajo decente, derechos sociales y servicios públicos para una vida digna
El acceso a un empleo estable, a los derechos sociales, a los servicios públicos de calidad y el fomento de una economía del bien común, social y solidaria, son claves de la HOAC para que las personas trabajadoras alcancen una vida digna y cuidar de la casa común
“Hemos podido conocer propuestas y prácticas de comunión que son ya realidad y que nos permiten ir avanzando hacia una sociedad más justa donde ese sueño de trabajo decente permita vivir con dignidad a todas las personas”, subrayaba Maru Megina, presidenta de este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos en la clausura de sus cursos de verano, que ha tenido una cobertura especial en noticiasobreras.es
Después de tres días de días intensos de diálogo, reflexiones y escucha atenta que han permitido celebrar el encuentro, la projimidad, la fiesta y, también, la oración y la eucaristía concluyen las jornadas de profundización convocadas para abordar el sueño del trabajo decente que permita acceder a una vida digna a millones de personas trabajadoras, así como cuidar de la creación.
Un sueño que debe de ser junto con otros, tendiendo puentes y alianzas por el gran tema del trabajo decente para todos y en todo lugar, ya que los sueños, como señala el papa Francisco, “tienen la capacidad de ponernos en movimiento, de ponernos en camino” y porque “en este momento no alcanzan el cerebro y las manos, necesitamos también el corazón y la imaginación” y se dirige a toda la ciudadanía, a las organizaciones sindicales y sociales, a las instituciones y a la propia Iglesia ante las sombras que ya aparecen en la economía y las situaciones de sufrimiento de millones de personas trabajadoras y de sus familias.
Un sueño de fraternidad que debe superar las tentaciones de “ya está todo dicho, yo por mi cuenta, a ver con qué me sorprenden”.
Comprometidos con el sueño del trabajo decente
Somos los que no abandonan, los que empeñan la vida por un sueño, que se concreta en el objetivo irrenunciable de un empleo estable que respete “la dignidad esencial de toda persona”; en la reducción de la jornada laboral “para conciliar y rescatar el tiempo creativo de las exigencias de la producción”; en la necesidad de potenciar “los derechos sociales y los servicios públicos de calidad, como derechos humanos inalienables”; en proteger la vida en el trabajo, “con el cumplimiento estricto de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y con medidas de inspección y control que eviten la enfermedad y la muerte”; en la promoción y el impulso “de la formación y la cultura obrera de la solidaridad”; en la favorecer “la creación de espacios de encuentro entre el mundo del trabajo y la Iglesia”; en la redistribución de la riqueza con otra política fiscal que haga posible además “un ingreso básico o salario universal”; y en promover la cultura del bien común para “compartir bienes, tiempo, practicar otro consumo y fortalecer la economía del bien común, social y solidaria”, según el comunicado emitido por la HOAC.
Para Maru Megina, el programa y contenido de los cursos “ponen de manifiesto la riqueza y diversidad de formas de estar presentes en las vidas de los trabajadores y de las trabajadoras, de compartir conjuntamente las situaciones y problemas que tenemos, y de trabajar con ellos y desde ellos las soluciones que tiene que ir abriendo camino”, ha aseverado.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)