El pie de Rafa Nadal

El pie de Rafa Nadal

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Sala de reuniones del diario deportivo francés L’équipe. En la mesa, la portada de su último número donde aparece el tenista Rafael Nadal mitad hombre, mitad máquina, como Terminator en la famosa saga cinematográfica. Están reunidos el director de la revista, la subdirectora, el diseñador de la portada y una joven que acaba de entrar en la redacción.

Director Me gusta. Poderío, determinación, espíritu imbatible, moral inquebrantable.
Subdirectora Rafa Nadal. Un winner.
Director ¿El más grande?
Subdirectora Posiblemente.
Diseñador Gracias. Dudé entre esta propuesta o convertirlo en un toro. Y subtitularlo «el tierra-matador».
Director No, mejor esto, más alejado del tópico «España es sol, toros y paella».
Subdirectora Gane o no gane su catorceavo título, es un terminator.
Director Imbatible. Ganará.
Diseñador Un semidiós del deporte. El mejor atleta de todos los tiempos.

Pausa.

Subdirectora ¿Y a usted? ¿Qué le parece?

Pausa.

La joven La noticia está en su pie izquierdo. Juega anestesiado de tanto dolor que tiene. Para los griegos una herida en la pierna y la dificultad en el caminar significaban una relación con los dioses telúricos. Layo, que tenía una pierna mala, perforó los pies a su hijo Edipo. Edipo significa «pie hinchado». Labdacos su abuelo, también cojeaba. Si Nadal es fuerte, si es un semidiós del deporte, es gracias a su vulnerabilidad y su intermitente cojera. La tierra de Roland Garros y los dioses heridos, ahí hay una portada.

Pausa

Subdirectora Toma ya. ¿Y qué sugiere? ¿Una foto suya vendado?
Diseñador ¿O lo sacamos en medio de un teatro griego con una raqueta en la mano?
La joven En el teatro griego las heridas no se curan nunca. Son un signo. Disculpen, pero entré en la redacción para cambiar enfoques, recuerden la entrevista de trabajo que me hicieron.
Director Me parece bien mencionar su lesión crónica. Pero la imagen tiene que desprender fuerza, seguridad. Eso es Rafa.
Diseñador Así lo entendí.
La joven Preferiría una foto de Nadal con todo su equipo. «Caminamos juntos». Y explicar que es su cojera la que marca los tiempos, no que sea un terminator. Su éxito está ahí.

Pausa

Director ¿Una foto de todo su equipo caminando juntos? ¿Cómo si fuera una revista de escultismo?
La joven Porque es frágil se siente vulnerable. Porque es vulnerable saca fuerzas para volver a competir. Ahí está su fuerza. Suena a paradoja, pero ahí hay un camino a proponerle a la gente. Fortaleza en medio de la fragilidad.
Subdirectora No lo veo y nadie lo entendería, la gente lo ve correr, ganar…
Diseñador …golpear la pelota con fuerza, como un terminator
Director … salta, celebra los golpes… cierra el puño cuando gana…
La joven … y le duele… es su herida lo que le distingue. Todos estamos pendientes de su pie… ¿aguantará otro partido más? ¿Cómo ha llegado hasta ahí si está desde los diecinueve años lesionado? Eso lo hace humano. A todos nos duele algo, o nos ha dolido algo. Por eso nos conmueve más. Convertirlo en máquina es parodiarlo un poco.

Pausa

Director A ver si nos aclaramos. Somos una revista deportiva, no un semanario de filosofía.
Subdirectora Buscamos ideas claras, imágenes que las ilustren.
La joven Mi idea es que su pie nos permita conectar con nuestra propia fragilidad. Nadal se sabe vulnerable, de ahí su fortaleza, su espíritu de superación. Su equipo lo espera, sobre todo, cuando va más lento y cojea. Es como sentarse a la mesa con alguien que no puede masticar porque le faltan dientes. Si te importa esa persona cambias tu ritmo, comes más lento.
Subdirectora La gente quiere verlo ganar y triunfar, no cojear.
La joven Sin cojera no habría tantos triunfos. En su debilidad se hace fuerte.

Pausa.

Diseñador ¿Qué hago? ¿Lo cambio?
Director No.
Subdirectora No. Y mañana veremos qué pasa en la semifinal. Y si gana, vaya pensando en una portada.

2

Al día siguiente. Semifinales de Roland Garros. El partido se ha interrumpido porque Alexander Zverev ha sufrido una torcedura en su pie derecho y se ha roto los ligamentos. La pista central espera a que salgan los dos jugadores. Aparece primero el alemán caminando con muletas. Detrás Rafael Nadal le acompaña. Su paso ya no es el de dos deportistas de élite, es lento, es el caminar de alguien herido, un caminar universal, necesitado de compañía.

La redacción de la revista mira la pantalla en silencio.